El modelo, aún sin nombre, será el segundo SUV de la marca, después del LM002.
Hace pocos días, Matteo Renzi, primer ministro de Italia; Rupert Stadler, presidente Ejecutivo de Audi; y Stephan Winkelmann, consejero delegado de Lamborghini, anunciaron que el futuro todoterreno de la marca del toro, basado en el prototipo Urus que se presentó hace tres años en el Salón de Beijing, se producirá en Italia, en una zona aledaña a la fábrica actual, en Sant’Agatha Bolognese, cerca de la ciudad de Módena.
Tras varios meses de negociaciones con el Ejecutivo italiano, Audi y Lamborghini declinaron su intención inicial de fabricar el modelo en un tercer país europeo para centrar la producción en Italia, alentados por los 80 millones de euros (USD 88,94 millones al cambio actual) en exenciones fiscales que el Gobierno local concederá a la marca del grupo Volkswagen.
El SUV ha causado controversia entre los fanáticos de Lamborghini, pues muchos consideran que representaría un alejamiento de su tradición como fabricante de superdeportivos. Sin embargo, no hay marcha atrás. Todas las marcas de lujo hoy apuestan por tener un todoterreno en su gama, como lo demuestran el Porsche Cayenne, el Maserati Levante, el Bentley Bentayga o el Aston Martin DBX, de los que el ‘Lambo’ será rival.
El aspecto futurista y deportivo obedece a la tradición del fabricante italiano.
Aún se desconocen las características técnicas que tendría el nuevo modelo, pero se prevén cambios respecto del motor V10 de 5.2 litros y 584 caballos de potencia que impulsaba al prototipo Urus.
Lamborghini prevé fabricar 3 000 unidades anuales de su futuro SUV. Si se tiene en cuenta que el año pasado la marca tuvo ventas récord de 2 536 unidades, la apuesta por el todoterreno resulta muy lógica. El vehículo, además, contribuiría a incrementar las ventas en China y en India, donde el mal estado de las carreteras es un obstáculo para vender modelos como el Huracán o el Aventador.
Fuente: elmundo.es/motor