El clima y la vialidad

Las fuertes lluvias que azotan al país desde que abril se inició están generando serias complicaciones a la vialidad, tanto en las ciudades como en las carreteras. Durante los pasados lunes y martes, deslizamientos de tierra y piedras, ocurridos en las vías Alóag - Santo Domingo y Calacalí - La Independencia motivaron el cierre temporal de ambas carreteras, consideradas las principales arterias de comunicación entre la Costa y la Sierra Norte.

En Quito, los constantes y fuertes aguaceros continúan erosionando la ya debilitada capa asfáltica, al punto de que en ciertas calles se han formado baches de tamaño y profundidad considerables, que obligan a los conductores a realizar movimientos bruscos para esquivarlos.

Ante la imposibilidad de controlar el clima, quienes conducen diariamente por las rutas urbanas e interurbanas deben ser más cautelosos, lo cual implica reducir la velocidad de circulación, aunque los tiempos de llegada al destino se extiendan.

Las autoridades seccionales, por su parte, podrían mostrar una mayor agilidad para restaurar el buen estado de las vías, pues las condiciones ­climáticas no deben ser motivo para frenar o detener la dinámica del funcionamiento social.

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