El equipo Ecuador Dakar superó porblemas técnicos en la quinta etapa del Rally Dakar 2015. Ahora el coche, pilotado por Sebastián Guayasamín y Mauro López, correrá la sexta etapa. Foto: Cuenta de Facebook Sebastian Guayasamin
En días pasados, el equipo Ecuador Dakar anunció su decisión de no participar en el Rally Dakar 2016 debido a complicaciones mecánicas derivadas del accidente que la nueva Toyota Hilux de la escudería sufrió durante la Vuelta a la República, a finales de octubre.
Sebastián Guayasamín, piloto y líder del equipo, conversó con CARBURANDO sobre ese tema, sus implicaciones, y los planes que tienen para el próximo año.
Ecuador Dakar decidió participar en la Vuelta como una manera de continuar el proceso de conocimiento y desarrollo de su nuevo vehículo. ¿Cuál es tu balance?
Todas las horas que un piloto pueda sumar al volante de un vehículo son muy valiosas para ganar experiencia y mejorar la conducción.
La intención fue vincularnos más con el automovilismo ecuatoriano y compartir con los corredores nacionales. No queríamos medirnos con ellos porque nuestro vehículo tiene otras prestaciones. También queríamos que la gente viera de cerca una camioneta con preparación para correr un Dakar, porque eso no se ve en el país más que en fotografías o videos.
Corríamos sin categoría. La camioneta es grande y pesada. La idea era aprender a controlar ese vehículo con ese peso en rutas nacionales, lo cual nos obligaba a cambiar el estilo de conducción.
Todos los días estuvimos en el ‘top 10’, pero los Mitsubishi Evo son inalcanzables. No podíamos acelerar ni tomar las curvas como ellos. Estoy satisfecho de lo que conseguimos pese a que al final la Vuelta nos pasó una factura alta. Pero eso fue parte del juego y del proyecto que estamos construyendo.
¿Qué pasó exactamente en la última etapa de la Vuelta y qué implicaciones tuvo?
El último día de competencia estábamos sextos o séptimos en la clasificación general y queríamos terminar en una buena posición. Debido a la agresividad de la competencia, uno de los anclajes de la suspensión trasera empezó a ceder debido a la fatiga del metal, y cuando se soltó el vehículo se volvió incontrolable.
Al lado derecho del camino estaba la peña y al izquierdo un barranco de 400 metros. Apenas sentí que perdí el control, apunté el volante hacia la montaña, pero el cardán se soltó de la caja de cambios y al caer levantó la parte trasera de la camioneta e hizo que nos volcáramos. Por suerte el copiloto y yo salimos ilesos. Pudimos soldar las piezas rotas y llegar hasta Ambato para terminar la carrera.
Una vez que hicimos los análisis respectivos, determinamos que hay cosas por corregir y mejorar. Fue un gran llamado de atención, porque si algo así pasaba en el Dakar los resultados habrían sido muy diferentes.
En la Vuelta no nos jugábamos mucho, pero en el Dakar habrían sido unos USD 300 000 de los auspiciantes, el trabajo de todo un año, las vidas de piloto y copiloto y hasta la esperanza de un país que nos sigue, porque tenemos muchos ojos que están sobre nosotros y debemos ser responsables con eso.
¿Cuánto tiempo pasará hasta que el vehículo vuelva a estar en condiciones operativas?
Por ahora la camioneta está viajando a Santiago de Chile, será desarmada por completo para hacer todos los arreglos necesarios.
Pero nuestro equipo técnico en estos momentos está trabajando con otras escuderías a las que darán abasto en el Dakar 2016. Entonces empezarán a trabajar en nuestro vehículo después del 15 de enero.
Si todo sale como esperamos estaría listo en marzo. Inmediatamente se le harán pruebas y debería estar completamente listo en abril, para cuando empiece el Desafío Ruta 40 Dakar Series en Argentina, en el que volveremos a participar. También tenemos previsto competir en el Inka Off Road, que es parte del Campeonato Peruano de Rally Cross Country, para ganar experiencia de conducción en las dunas del desierto.
Tomando en cuenta las condiciones económicas actuales y las perspectivas para el próximo año, ¿cómo ves las perspectivas de tu participación en el Dakar 2017?
Este ha sido un año complicado para nosotros. Hemos aprendido a sortear las dificultades, porque nuestros auspiciantes han tenido que recortarnos sus aportes, pero estamos diversificando nuestra cartera de ‘sponsors’.
Para nosotros el Dakar 2017 empieza el 1 de enero del 2016 porque tenemos que ver de dónde obtener los recursos que necesitaremos. La parte económica es la mayor dificultad que enfrentaremos el próximo año.