La utilización de productos y aplicadores específicos
garantiza que el tablero se conserve por largo tiempo.
Mantener un vehículo limpio por dentro y por fuera es una buena costumbre que, no obstante, pudiera ser más perjudicial que beneficiosa si no se toman ciertas precauciones.
La principal es utilizar productos específicos para cada tipo de superficie, pues han sido formulados para conservar las propiedades originales de cada área y proporcionarles una protección duradera.
Los tableros de los vehículos modernos generalmente están fabricados con materiales plásticos que pueden ser más o menos rígidos y que, al estar expuestos al sol, pudieran presentar problemas como rajaduras o decoloración con el paso de los años.
Los vehículos de gama alta pueden tener incrustaciones de materiales tales como aluminio, madera o incluso recubrimientos de cuero o poliuretano de alta calidad.
En ningún caso la aplicación de un paño humedecido con agua es recomendable para una buena limpieza. Peor aún con una solución jabonosa casera.
En primer lugar, conviene retirar el polvo con un cepillo o brocha suave, o un paño de microfibra. Después, la aplicación de un producto específico para el material del área a tratarse es la mejor opción. Si bien resulta más costoso, el cuidado del vehículo lo vale.