Tras dos años de escaso movimiento comercial derivado de la imposición de cupos a las importaciones de vehículos y de la situación económica general del país, el sector automotor ecuatoriano ha recobrado dinamismo en el último trimestre del año en curso.
La introducción de modelos inéditos, la presentación de nuevas variantes de otros ya existentes y la realización de eventos conmemorativos de diferentes marcas le han cambiado la cara a una actividad que sufrió directamente el impacto de la crisis.
No obstante, a pesar de que las previsiones advierten que pasarán al menos tres años para que la economía se recupere, hay señales que indican que los peores momentos para el sector quedaron atrás y animan a ver el futuro inmediato con optimismo.
Con seguridad, los renovados bríos del mercado obedecen, en buena medida, a la eliminación de las restricciones a las importaciones a partir del 2017. Ello explicaría el notable aumento en los anuncios de novedades de las diferentes marcas para las próximas semanas y meses. Y tanto los empresarios como los consumidores consideran que una reducción de los aranceles sería una medida complementaria que contribuiría a la reactivación del sector.