El túnel del tiempo

Los efectos del reciente cierre de la conexión entre la vía a Guápulo (que baja desde la González Suárez) y la vía De los Conquistadores ya se sienten en Quito. El sábado anterior me tomó más de 20 minutos recorrer los aproximadamente dos kilómetros comprendidos entre la plaza Argentina y el peaje del túnel Guayasamín, pese a que, en teoría, no eran ni un día ni una hora de mayor congestión.

Si bien esa no es una ruta habitual para mí, no recuerdo haber visto una congestión similar durante un fin de semana hasta hace poco. Pero en días laborables he visto embotellamientos que se forman incluso desde las avenidas 6 de Diciembre, de los Shyris y Eloy Alfaro. Una de las horas más críticas es poco antes de las 16:00, pues muchas personas "huyen" de la ciudad antes de que el horario de pico y placa de la tarde empiece a regir.

Es inevitable pensar que esta situación debe haber empeorado en el mes que ha transcurrido desde el cierre de la vía antes citada. El Municipio capitalino debería prestar atención urgente a este tema y buscar una pronta definición de la Solución Vial Guayasamín, pero desarrollando un proyecto que resuelva los problemas de movilidad en ese sector en el largo plazo y no únicamente durante unos pocos años.

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