Empezó diciembre y trajo consigo el ya tradicional aumento de los niveles habituales de la circulación vehicular, asociado con las fiestas de fin de año. Y una mayor presencia de vehículos en las vías no solo genera congestión y demoras en los desplazamientos, sino que también contribuye a que los índices de accidentes de tránsito se disparen en relación con el resto del año.
Con tanta gente yendo y viniendo con motivo de las fiestas de Quito, compras navideñas, agasajos, reuniones familiares y de amigos, etc., resulta indispensable tomar ciertas medidas para evitar percances y malos ratos, en la medida de lo posible. Por ejemplo, cabe programar ciertas actividades en horarios menos críticos, o tomar rutas alternas que pudieran ser más largas pero menos utilizadas.
Pero el factor que mayor incidencia tiene en los índices de inseguridad vial en la época es la peligrosa combinación entre consumo de alcohol y conducción. Al respecto, la iniciativa denominada Vivamos la fiesta en paz, promovida por estudiantes secundarios y apoyada por el Municipio de Quito, ha logrado mejoras importantes en ese sentido en los últimos años, pero solo la concienciación individual logrará erradicar de raíz ese problema.