Un control eficiente

En días pasados, la Agencia Metropolitana de Tránsito informó que 10 nuevos fotorradares para el control de la velocidad de circulación serán colocados en tres vías de Quito a partir del 1 de marzo. Se ha dispuesto que, de esa cifra, cuatro se ubiquen en la avenida Mariscal Sucre (Occidental), cuatro más en la Ruta Viva y los dos restantes en la Panamericana Norte.

Como la función de los dispositivos fijos se limita a establecer sanciones económicas a los infractores, las cámaras registrarán a los conductores que se desplacen dentro del rango moderado y a quienes lo superen, estableciendo para ello multas diferenciadas en cada caso.

No obstante, para que el sistema sea eficiente y justo, los equipos deben tener calibraciones muy precisas no solamente en el inicio de su operación, sino durante todo el tiempo que se mantengan en funcionamiento. Se ha visto que hay diferencias significativas entre lo que marcan algunos dispositivos ya instalados y la indicación del velocímetro de los automotores, lo cual puede llegar a confundir y hasta a perjudicar a los ciudadanos. Los fotorradares requieren supervisión periódica de parte de la autoridad para verificar su óptimo estado.

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