Este utilitario se mostró confiable y dinámico en las pruebas de manejo.
Con un clima frío pero con un paisaje de ensueño nos recibió Verbier, en Suiza, para la prueba de conducción del flamante Audi Q7. Rodeada por los Alpes suizos, esta localidad se destaca por tener una arquitectura acogedora y ser una de las sedes más destacadas de los deportes extremos sobre nieve en Europa.
Sus carreteras, de primer nivel, pusieron a prueba el desempeño de este ejemplar en sus rectas, descensos, curvas pronunciadas y cuestas empinadas. Gracias a sus motorizaciones (de diésel 3,0 TDI y de gasolina 3,0 TFSI) y a su reducido peso, el Q7 demostró que está a la altura de los mejores utilitarios del mundo.
La respuesta de todas las versiones de motor es inmediata al acelerar. Gracias a la reducción de peso (de 325 kg), el vehículo es fácil de dominar a altas velocidades. Como un ejemplo de su poder, la versión de gasolina puede acelerar de 0 a 100 km/h en solo 6,1 segundos.
Su sistema de dirección eléctrico es preciso y confiable al igual que sus frenos (de discos ventilados delanteros y posteriores) que transmiten una sensación de seguridad en todo momento.
La transmisión automática Tiptronic de 8 velocidades cumple una destacada función al gestionar el poder de los distintos propulsores con gran suavidad. La suspensión también aporta a que no solo los desplazamientos sean más placenteros sino también más seguros.
Para facilitar la experiencia al volante, Audi equipó al nuevo Q7 con sistemas de ayuda a la conducción muy avanzados. Uno de estos es el programador de velocidad activo
(ACC, Automatic Cruise Control), que puede acelerar y frenar de forma autónoma para mantener la velocidad seleccionada por el conductor y la distancia de seguridad.
También se puede activar el sistema de Control de Atascos, que toma las riendas del vehículo y avanza según dictamina el tráfico cuando la velocidad es inferior a 65 km/h.
Otro de los sistemas es el Asistente de Eficiencia Predictiva, que no solo reduce la velocidad del auto en el tráfico sino que también detecta la velocidad a la que debe ser tomada una curva, un redondel o en donde haya un límite de velocidad determinado.
A estos sistemas se suman el asistente de parqueo, de cambio de carril, entre otros, que pudimos probar con gran éxito.