Un termo gris con agua tibia acompaña a Alfonso Laso Ayala en sus actividades diarias. El principal narrador de Teleamazonas y Radio La Red sigue al pie de la letra los consejos de su padre, Alfonso Laso Bermeo, también conocido como ‘Pancho Moreno’, quien siempre le decía que el narrador deportivo debe cuidar su garganta y mantenerse hidratado.En la mañana del pasado miércoles, Laso tomaba el agua a grandes sorbos. En la noche anterior había narrado los seis goles de la victoria de Liga ante el Unión San Felipe y su garganta quedó algo resentida. Para curarse se disponía a hacer uno de los remedios caseros que aprendió a lo largo de sus 25 años como locutor deportivo: usar miel de abeja y hacer gárgaras de té con sal. Pese a que la garganta se puede afectar, Laso se considera un apasionado de su profesión. “Mi padre me enseñó este apasionante oficio. El ser narrador deportivo me ha permitido estar cerca de lo que siempre me gustó: el fútbol”.La pasión de Laso por el fútbol se replica en otros narradores como José Granizo, Rudi Ortiz o Fabián Gallardo, la imagen de Ecuavisa en las transmisiones deportivas. Ellos confiesan que desde pequeños relataban partidos en su barrio, en la escuela. Esa vocación les sirvió para después buscar una oportunidad en emisoras y hacer una carrera en el periodismo. Pero, ¿cuáles son las claves para relatar? ¿Qué estilos se usan en Ecuador? ¿Cómo se alistan para narrar un partido? Siete de los narradores más experimentados del país lo cuentan.
La frase ‘No va más’ salió de una sala de casino
Fabián Gallardo se acomoda en el sillón de su oficina en el Departamento de Deportes de Ecuavisa. En un plasma negro de 25 pulgadas se miran las imágenes de la caída del Emelec ante el Avaí por la Copa Sudamericana. Gallardo recuerda sus anécdotas, pero no deja de mirar el partido.El locutor recuerda que en 1972 narró por primera vez un partido en la desaparecida Radio Éxito, de Jaime Bowen. Luego pasó a Radio Tarqui, donde trabajó con Carlos Rodríguez Coll. También estuvo en Nueva Emisora Central, con Carlos Machado.Gallardo reconoce a Machado y a Rodríguez como sus principales impulsores. Sin embargo, dice que su estilo de narrar fue el producto de una búsqueda personal. En ese afán, se decidió a buscar frases para incorporarlas a su relato. El informador orense dice que en un viaje a Madrid, en la década de 1990, entró en un casino para distraerse junto con un grupo de periodistas. En el casino se acercaron a una de las mesas y al locutor le llamó la atención el trabajo del crupier, la persona encargada de controlar las apuestas del juego. El empleado del casino receptaba las apuestas y en un momento dijo con su acento ibérico: “¡No va más! No hay más apuestas”.El ‘no va más’ se quedó en la cabeza de Gallardo, quien inmediatamente decidió incluirla como acto final de la narración de los partidos. Desde entonces, el narrador termina los juegos con la frase: “¡No va más! Final del partido”. Esa no es la única frase de su repertorio. En el Preolímpico de Paraguay 1992, donde la Tricolor fue cuarto, el narrador gritó por primera vez: “¡Ecuador, Ecuador mi país! Tras un gol de Eduardo Hurtado a Uruguay. “Todo narrador debe tener un rasgo distintivo, una frase particular”, dice Patricio Jarrín, director de Radio Positiva y ex presentador de Ecuavisa. ¿Y cuál es su rasgo distintivo? El locutor sonríe y dice: “Cuando hay un gol siempre repito continuamente el apellido del jugador: Goooollll de Saritama, Saritama, Saritama!!!”. Laso, en cambio, opta por decir “Se acabó el tiempo de la charla”. Dice que antes de un partido siempre se habla mucho. Y que el pitazo inicial del árbitro da paso a lo más importante: el partido.
Cada relator intenta imponer su sello particular
José Granizo acaba de cumplir 45 años como narrador, y la Asociación de Periodistas Deportivos de Pichincha (APDP) acaba de reconocerlo por su gestión. Granizo es bajito, usa bigote y se muestra amigable. Desde hace 35 años es el director de Tarquideportes, el espacio deportivo de Radio Tarqui. En la emisora se implantó un esquema peculiar de narración: en cada partido tienen dos relatores: uno narra las acciones del equipo local y el otro el del cuadro visitante. “Es un relato mas dinámico. Requiere de mucha coordinación entre los dos relatores”, revela Granizo, mientras recorre los amplios pasillos de la radio, en el Centro de Quito. En el caso de Tarqui, los dos principales son él y Mauro Ferrín.En el caso ecuatoriano, los narradores tienden a hacer relatos emocionados y grandilocuentes de las acciones de los futbolistas. Esa es la reflexión de Óscar Portilla, el director de Radio Rumba. ¿Cómo define su relato? Portilla piensa un momento y dice que su principal característica es la rapidez y la precisión en el momento de identificar a los jugadores. El informador, nacido en Tulcán hace 43 años, dirige uno de los espacios más seguidos por los hinchas de Liga. Él comenta que en 1988 decidió hablar más del cuadro albo en sus espacios. “Me di cuenta que los demás medios optaban por hablar de Barcelona o Emelec. Pero Liga tenía una gran cantidad de seguidores”.En cambio, Patricio Jarrín es simpatizante de Deportivo Quito y de los hinchas del cuadro chulla. “Narro los goles del Quito al igual que los de la Liga o el Manta. La emoción de relatar un tanto es impresionante”, confiesa.
Dos manabitas triunfan en radios guayaquileñas
El pasado miércoles, Rudi Ortiz llegó al palco de prensa del estadio Monumental, 45 minutos antes de que empezara el partido entre Barcelona y Espoli. Vestía su chompa azul con el logotipo de CRE Satelital y bajo el brazo sostenía un cuaderno. Sobre la mesa tenía una botella de agua sin helar. Dice que eso lo ayuda siempre a mantener su tono de voz grave y su relato pausado y matizado por un léxico rico en adjetivos que nutre revisando tres horas diarias su diccionario Larousse de sinónimos.Esa virtud ha hecho que sus amigos y colegas lo bauticen como Rudi Ortiz Iriarte (su segundo apellido), ‘el relator con arte’. Ese es el apelativo que utilizan los comentaristas de CRE cuando le dan paso para que relate. Otro de los periodistas reconocidos del Puerto Principal es Paco Álvarez Moreira, ‘La voz de oro de Ecuador’. Ese apelativo se lo dijo por primera vez Roberto Bonafont cuando trabajaban juntos en Gamavisión , en 1993. Desde ese momento, ese apodo se constituyó en una marca para Álvarez, quien el pasado 10 de septiembre cumplió 38 años en la narración deportiva. Su tía, Bélgica Álvarez, ex locutora de estaciones como CRE Satelital y Tropicana, fue una influencia determinante para que decidiera convertirse en narrador “porque la acompañaba a la radio constantemente”. Para consolidar su carrera tuvo que participar en dos ‘reality shows’. El primero fue en su natal Junín (Manabí). En 1972, una estación local lo escogió para que fuese su relator oficial de entre cerca de 200 aspirantes. “La prueba consistía en relatar un partido y un gol imaginario”, recuerda.Esa experiencia le duró seis meses. Después se trasladó a vivir a Portoviejo (Manabí), donde volvió a ganar otro ‘reality’ en la radio La voz de Manabí.