Las emociones se aceleran sin frenos en el MotoGP, comienza a quemar el asfalto y podemos ver a los pilotos que no se van a rendir.
Los pronósticos y las estrategias cambian en cada sesión. En la última carrera que se disputó en Le Mans vimos cómo se levantó Dani Pedrosa, haciéndose fuerte entre pilotos que lo perseguían, sin poder alcanzar a la Honda 26.
El piloto español se encontraba en la mira y bajo amenaza, ante la contundencia del manejo brutal de Marc Márquez. Con este nuevo triunfo, Pedrosa se impone y se aparece dentro de la tabla como el primero entre los maestros, dando fuerza a su nombre y creciendo anímicamente para lo que queda por delante.
Con dos triunfos seguidos hace liviana la presión que le ha puesto su compañero Márquez y marca muy bien su huella como líder.
La lluvia en esta última carrera en Francia trajo muchas sorpresas. Nadie podía esperar que el equipo Yamaha apenas alcanzara un séptimo puesto con Jorge Lorenzo, después de enfrentar problemas con su llanta trasera, y un duodécimo lugar con Valentino Rossi luego de sufrir una caída.
Seguramente muchos aficionados pensaríamos que Rossi en pista mojada tenía la gran oportunidad de demostrar su temple y, así como en el 2012, ganarse los aplausos del público al demostrar que sobre el agua es tan preciso como sobre el piso seco.
Podemos decir que, para Rossi, enfrentar y ganar a los nuevos dueños del MotoGP (Pedrosa, Lorenzo y Márquez) será un reto inmenso, pero aún quedan pistas por recorrer.
Rossi sigue vivo, pero de seguro puede ver que hoy por hoy están en la pista nuevos ‘lobos’ que saben bien cómo cazar a su presa.
La pista mojada nos dio sorpresas: Dovizioso, quien brindó cierta alegría al equipo Ducati, y Cal Crutchlow, quien llegó al podio.
Por supuesto, la moto 93 viene acompañada del espectáculo que crea Márquez, quien se ha convertido en la nueva pesadilla de los actuales maestros.
Si de algún rival se tienen que preocupar los que sueñan con el podio, es precisamente de Márquez.