La camioneta de Gustavo Quinteros

La camioneta de Gustavo Quinteros luce como una chiva de fiestas de Quito: atestada y con gente haciendo todo lo posible por meterse al vehículo, aunque sea de cabeza. El DT de la Selección es el Rey Midas del momento, convirtiendo en triunfo todo lo que toca. Es tan arrolladora su imagen, que con solo tres fechas de eliminatorias los anteriores fieles (y sobre todo los oportunistamente recién evangelizados) ya no se preguntan si Ecuador irá al Mundial sino cuánto costará un tour por Rusia para ahorrar desde ahora.

Es verdad que Quinteros ha tomado las decisiones acertadas para que esa excitación sea general, exacerbada por las victorias tan seguidas sobre Argentina y Uruguay, algo poco frecuente.

Pero esto no quiere decir que estemos ante una especie de revolución futbolística, un ‘bielsismo’ como el que ahora disfruta Chile. Primero, porque no es verdad que la Tricolor ha cambiado a un esquema ofensivo, con presión desde arriba. Solo lo ha retomado. Eso ya lo vimos –y los disfrutamos- con Luis F.

Suárez, el DT que mejor paró a Ecuador. Con Sixto Vizuete también se jugó de esa manera e incluso se atacó mucho más, pero la diferencia está en que aquella vez también se falló más frente al arco. El bielsismo ayudó a Chile (que sí cambió radicalmente su estilo) a tomar conciencia de que debía existir una profesionalización de los jugadores, un nivel de seriedad de los clubes, un cambio de mente general. Si Quinteros contribuye a eso en este país de equipos hambrientos, entonces sí valdrá la pena subirse a su camioneta.

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