Claudio Borghi soportó la amarga derrota (3-1) de la selección chilena en la cabina de radio número 20 del estadio Atahualpa. El entrenador de la ‘Estrella Solitaria’ vio la estrepitosa caída de su equipo desde ese lugar, destinado para los periodistas, porque la FIFA le impuso una suspensión para dirigir en la banca técnica.
La sanción ocurrió en junio pasado y se dio porque el DT insultó al cuarto juez del cotejo entre Venezuela y Chile.
Ayer, el estratega llegó al escenario quiteño pasadas las 14:00 junto con sus jugadores y sí ingresó al camerino. Pero luego debió abandonar ese lugar por la suspensión para dirigirse al área de las cabinas. Entonces, la pasó mal. Al igual que en la cancha con el equipo chileno, el técnico también tuvo problemas durante el encuentro premundialista.
Es que primero, los empleados de la Concentración Deportiva de Pichincha (CDP) lo ubicaron en un área de transmisión del estadio. Pero luego de unos 15 minutos lo trasladaron a la cabina número 20 para que pudiera observar el cotejo.
Antes de entrar a esta cabina, el estratega lucía serio. Ingresó a esta área 40 minutos antes de que empezara el cotejo y, durante su trayecto al lugar, apenas le habló a su acompañante (Víctor Vidal, coordinador de la Selección chilena de Fútbol).
El DT mantenía la seriedad que evidenció al llegar al estadio. Llevaba una camiseta blanca y un calentador y sus lentes en la mano.
En la cabina, según contó uno de sus asistentes, lució enérgico y apenas pudo dar instrucciones a su asistente Jaime El ‘Pillo’ Vera, quien sí dirigió desde la banca técnica del Atahualpa.
“Claro que mantuvimos comunicación durante el partido… Pero ese dato es irrelevante”, reveló Vera en la rueda de prensa, tras el partido de eliminatorias. El hombre de confianza de Borghi mostró su molestia por esa pregunta y también fue breve en su respuesta ante la interrogante.
Borghi no se quedó atrás. Tras el pito final del árbitro brasileño Heber Lopes en el Atahualpa, el entrenador aguardó cerca de 30 minutos en la cabina para salir y dirigirse al camerino sur del Atahualpa. Afuera lo esperaban ocho miembros del Grupo de Operaciones Especiales y unos ocho periodistas (seis de ellos chilenos) que querían realizar tomas y sacar fotografías el entrenador.
Así, mientras el técnico permanecía en la cabina, los cronistas emitían sus comentarios sobre el cotejo. También evidenciaban su fastidio con el desempeño de los jugadores de la Selección chilena. “¿Cómo es posible que Alexis no haya corrido en el encuentro. ¡Vamos, no es titular en el Barcelona, pero está en el Barca!”, se lamentó uno de ellos en el pasillo de las cabinas del estadio.
Borghi finalmente salió de la cabina y apenas permitió que le sacaran fotografías. Pasó rápidamente el pasillo hasta dirigirse al camerino y, luego, dejó Quito para preparar el juego ante Argentina, de la décima fecha.
Pero entre los periodistas chilenos, se murmuró que el DT no duraría más tiempo en su cargo.