En el 2002, Daniel Roura alcanzó la medalla de oro en el campeonato Mundial de Bicicrós, en Brasil. Ese logro, le permite ahora entrenar a 60 deportistas en Guayas, ciudad donde vive junto con su esposa y sus dos hijos.
Miriam Ramón, que logró el cuarto lugar en un Mundial Juvenil, también imparte sus conocimientos de atletismo a 28 alumnos en su natal Cuenca.
Mientras que el nadador Nelson Suárez, campeón mundial en salto, se entrena para participar en el Mundial del 2012. Para entonces tendrá 80 años.
Yolanda Quimbita, es otra de las atletas históricas que continúa ligada al mundo del deporte. La dos veces campeona sudamericana dejó las competencias de alto rendimiento en diciembre del 2009 a causa de una lesión. Sin embargo, dicta clases de aeróbicos en su gimnasio y organiza el Festival Atlético ‘El Chasquisito’, que será el 6 de junio.
Mauricio Icaza, en cambio, trabaja en el Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, en Cuenca. Allí, el ex campeón panamericano de taekwondo, se desempeña como ingeniero en Sistemas.
Quimbita dicta clases de aeróbicos en su gimnasio
Mueve las manos de un lado hacia el otro intentando mermar el rubor de sus mejillas. Sonríe y mientras lo hace, su piel se eriza.
Pero solo son los recuerdos de sus logros deportivos, los que producen esas reacciones en Yolanda Quimbita, bicampeona sudamericana y medalla de bronce en la San Silvestre.
Precisamente, los recuerdos de ese último logro, alcanzado en 1986, en Brasil, son los que le arrancan más de una sonrisa.
Después de retornar a Quito, en febrero de ese año, tres policías la visitaron en su casa, en Luluncoto, y en una impecable limosina de color negro la llevaron al Palacio de Carondelet. Allí, León Febres Cordero, presidente de la República de ese entonces, la esperaba para rendirle un homenaje.
Ese día, Quimbita acudió con el entrenador Rodrigo Guerra, quien ahora es su esposo, y recibió de las manos del ex Presidente una medalla y 800 mil sucres. Días después, Herdoíza León, alcalde de Quito, le donó un terreno en Chillogallo.
En ese terreno, ubicado al sur de Quito, Quimbita, de 46 años, construyó su casa y un gimnasio. Allí, todos los lunes dicta clases de aeróbicos, mientras que su esposo se encarga de la preparación física de 100 clientes.
La ganadora de la carrera Quito-Últimas 15K dejó las competencias de alto rendimiento a inicios de ese año, a causa de una inflamación en el nervio ciático. Pese a ello, continúa entrenándose como siempre lo hizo en sus 26 años de carrera deportiva.
Todos los días, desde las 06:00 hasta las 08:00, trota, junto a otros jóvenes, en el parque de Las Cuadras o en las instalaciones de Fundeporte, en Chillogallo.
Allí, brinda asesoría técnica de manera gratuita a todos los jóvenes que lo solicitan. Una de sus pupilas fue Rosalva Chacha, una de las mejores atletas ecuatorianas en la actualidad.
Quimbita también se encarga de la organización de la carrera Festival Atlético ‘El Chasquisito’, que se realizará el 6 de junio.
HOJA DE VIDA
Yolanda Quimbita
Nació en Latacunga el 16 de febrero de 1964. Su niñez la pasó junto a su abuela en el barrio Bellavista.
Actualmente esta casada con Rodrigo Guerra y tiene una hija de 14 años que se llama Magaly.
Estudió en la escuela Numa Pompilio Llona, en Latacunga, mientras que la secundaria la cursó en el Colegio Quito.
Es egresada de la Facultad de Derecho de la Universidad Central del Ecuador.
Mauricio Icaza es el duro de la informática en el IESS
Su sencillez lo hace diferente. Al recorrer por los pasillos del Hospital José Carrasco Arteaga del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social, en Cuenca, recibe el saludo cordial de médicos, enfermeras y otros funcionarios de la entidad.
Allí, desde hace 3 años, el ex campeón panamericano de taekwondo y séptimo a nivel mundial, labora como ingeniero de Sistemas. Desarrolla proyectos y soluciones informáticas. Trabaja de 07:00 a 16:00.
Mientras visita el departamento de Radiología recuerda que por discrepancias con la dirigencia nacional de ese entonces se retiró del deporte en el 2002, en su mejor momento deportivo. Sin embargo, evita dar nombres o señalar culpables de su decisión.
La experiencia más triste durante sus 18 años como deportista se registró en 1996. Ese año clasificó al Mundial de Taekwondo en Filipinas, pero por errores administrativos se quedó en el aeropuerto de Guayaquil, junto con su técnico Marco Chango. No tuvo dinero para comprar otro pasaje.
Dos dirigentes, por su parte, viajaron con tres días de anticipación. “Viajaron solos, porque fui el único que había clasificado”.
Ese frustrado viaje no frenó sus retos personales. Estudió en Estados Unidos y se especializó en Informática. Con sano orgullo cuenta que ahora es miembro de la Sociedad de Informáticos en Medicina de los EE.UU.
Su trabajo lo compara con el deporte, como un torneo que exige preparación constante. En el IESS, gracias a su labor, hay un gran avance con la digitalización de placas radiológicas y el traspaso de imagines, cuyo objetivo es optimizar tiempo y recursos.
Luego de salir de la oficina que está en la segunda planta del Hospital del IESS se dirige a su estudio. Allí, de 17:00 a 20:00, atiende a sus clientes.
También estudia Cultura Física a distancia en la Universidad Politécnica Salesiana. Actualmente cursa el quinto semestre y aún le falta otros tres.
Su meta futura es abrir una escuela de taekwondo para alistar a nuevos seleccionados. “El verdadero campeón es quien sobrepasa los límites del esfuerzo”.
HOJA DE VIDA
Mauricio Icaza
Nació en Cuenca el 1 de septiembre de 1977. Con Silvia Apolo tiene dos hijos: Blandón y Emely.
Entre sus éxitos están los títulos panamericanos, sudamericanos y bolivarianos, logrados desde 1995.
En 1997 fue séptimo en el Mundial de Hong Kong. Campeón del U.S. Open en los Estados Unidos.
La adrenalina sigue en el cuerpo de Nelson Suárez
Nelson Suárez sigue vigente a sus 78 años. No le tiemblan las piernas y tampoco lo invade el vértigo cuando escala 5 ó 10 metros de altura para, desde una rampa, ejecutar saltos y clavados mortales como los que le dieron el título mundial de esta disciplina en 2005, en Canadá.
La vida de este veterano campeón transcurre entre la piscina Olímpica de la Federación Deportiva del Guayas y la de los Cuatro Mosqueteros. Ahí, todos los días perfecciona sus saltos y sus trampolines con un único objetivo: participar en el campeonato mundial de esta disciplina que se realizará en 2012, es decir cuando tenga 80 años de edad.
Pero los problemas de presión arterial han alterado sus entrenamientos. Cuenta que hasta los 75 años no tomó ni una sola pastilla para cuidar su salud. Hoy, forman parte de su cuidado diario.
Por ello, todos los días, a las 06:00, sale a caminar y a trotar por más de dos horas. A las 08:00 regresa a su casa a desayunar.
De las 12:30 a las 14:30 le entrega su tiempo a la natación y después se dedica a descansar.
Escarbando recuerdos en su memoria, confiesa que aprendió a nadar en el río Angamarca, ubicado en el cantón Pangua, en la provincia de Cotopaxi.
Su fuente de inspiración fueron los Cuatro Mosqueteros que ganaron en 1938 la medalla de oro en el Sudamericano de Lima (Perú). Una foto de los cuatro nadadores, que salió publicada en un diario nacional, hizo que Suárez opte por la natación.
Pero los éxitos llegaron después de los 30 años. En su juventud, los estudios y el trabajo le impidieron dedicarse a tiempo completo.
HOJA DE VIDA
Nelson Suárez
Nació en Ambato el 23 de agosto de 1932. Es padre de Nelson, Abraham y Octavio Suárez, también clavadistas.
Durante su carrera acumuló medallas de oro panamericanas, sudamericanas y mundiales.
En el 2005 ganó dos preseas de oro en el Mundial de Canadá.
Miriam Ramón entrena a 28 atletas que sueñan con emularla
Son las 07:05 del viernes 21 de mayo. Miriam Ramón carga una mochila negra y viste un calentador rojo. Camina de prisa por la intersección de las transitadas avenidas Primero de Mayo y Las Américas, al sur de Cuenca.
Recorre unos 150 metros y llega a un local arrendado de unos cuatro metros cuadrados que sirve como centro de operaciones. Hay casilleros para que los atletas ubiquen sus pertenencias. Sobresale una pequeña pizarra y un escritorio.
Desde el 2008, su experiencia como seleccionada de Azuay y del país la puso al servicio de los deportistas. Ahora tiene 28 alumnos de edades entre los 7 y 17 años. A ellos se incluyen Fausto Quinde, Mauricio Arteaga y Gabriela
Cornejo, considerados andarines élite del país.
Ellos se entrenan de lunes a vienes en el parque lineal de la avenida Primero de Mayo, de 07:30 a 11:00 y de 16:30 a 18:00. El sábado se hace una jornada.
Ramón, quien está en la marcha desde hace 22 años, pide actitud y disciplina. A cada momento reclama a sus alumnas, corrige la técnica y exige perfección en los movimientos de cadera y brazos. Se muestra segura en cada observación o recomendación que hace a sus dirigidos.
Con 37 años de edad se pone un plazo de cuatro meses para decidir si colgara sus zapatos como deportista y pasa a cumplir la función de entrenadora. Ella destaca que su mejor resultado en un Mundial Abierto de Atletismo fue el puesto 16, en Alemania en 1993. Con 18 años se estrenó en los Juegos Olímpicos de España y terminó en el puesto 32.
Hace nueve días, en la ciudad mexicana de Chihuahua, un grupo de marchistas aztecas identificó a Ramón y le preguntó: “Tú no eres la que se quedó en el ascensor”. Sin vacilar, respondió: “Sí, yo soy”. Esa interrogante hizo que la andarina azuaya retrocediera 15 años de su vida.
En 1995, en Chihuahua, se quedó atrapada durante 45 minutos en un ascensor del hotel. El pasado15 de mayo compitió en su cuarta y a lo mejor última Copa Mundo. Se ubicó en el casillero 38.
HOJA DE VIDA
Miriam Ramón
Nació en Cuenca el 10 de febrero de 1973. Su esposo es Frankin Ramón. Sus hijas: Daniela y Carolina.
En su carrera sumó títulos sudamericanos y bolivarianos. Fue subcampeona panamericana.
Fue cuarta en un Mundial Juvenil. En los Juegos Olímpicos de España terminó en el casillero 32.
Roura forma a bicicrosistas del Guayas
Daniel Roura cambió de ciudad hace seis meses. Dejó su natal Cuenca para radicarse en Guayaquil y ser entrenador de la escuela de bicicrós de la Federación Deportiva del Guayas. Esa institución le ofreció un contrato de trabajo de un año para que los bicicrosistas de la provincia lograran reconocimiento a escala nacional e internacional.
Roura tomó la decisión de establecerse en Guayaquil no solo por el reto deportivo que significa para él, formar a las futuras estrellas del BMX nacional, sino también porque sus hijos llegaron a inicios de año a vivir a esta ciudad.
“Estar separados, en ciudades distintas, rompe todos los lazos entre padre e hijo y yo no quería eso”, confiesa el ex campeón mundial de bicicrós en el 2002.
Empezó a trabajar como entrenador a los 15 años en una academia particular, en Cuenca. Se vio obligado a hacerlo porque a sus padres les resultaba difícil sustentar su carrera deportiva que empezó cuando tenía 7 años.
Su labor como entrenador dio resultados cuando los cuencanos Alfredo Campos y Diego Tamariz se adjudicaron el título mundial de BMX en 1997 y en el 2001, respectivamente. Esos dos títulos consolidaron su carrera como instructor.
En Guayaquil, entrena a cerca de 60 deportistas, pero cuando llegó, hace seis meses, había solo 20. En esta temporada, de la mano de Roura, Guayas alcanzó el campeonato por equipos en la categoría. Ganó dos de las tres válidas que se corrieron.
Roura llegó a Guayaquil a cumplir otro de sus sueños: ser campeón mundial, pero no como deportista sino como entrenador. Y lo podría cumplir en julio próximo cuando dos deportistas de Guayas participarán por primera vez en el Campeonato Mundial de BMX que será en Sudáfrica.
Pero este cuencano no solo es entrenador de Guayas sino también es deportista de esa provincia, tras ser inscrito por la Federación del Guayas. La próxima semana competirá en el Campeonato Panamericano que se realizará en Quito.
HOJA DE VIDA
Daniel Roura
Nació en Cuenca el 11 septiembre de 1980. Sus hijos: Sebastián y Nicolás, también practican ese deporte.
Empezó su carrera deportiva en 1987, cuando participó por primera vez en una competencia provincial.
Fue campeón nacional en 1989, mientras que en el 2002 ganó el título Mundial en Brasil.