Zion Williamson, de los Pelícanos de Nueva Orleans, usa una camiseta de Black Lives Matter cuando es presentado antes del inicio de un juego de baloncesto de la NBA contra los Utah Jazz en HP Field House en ESPN Wide World Of Sports Complejo el 30 de julio de 2020 en Reunion, Florida. AFP
Tras cuatro meses de suspensión por el coronavirus, la NBA reinició su temporada el jueves 30 de julio con un potente mensaje contra el racismo por parte de sus jugadores y entrenadores, que se arrodillaron durante el himno estadounidense en los dos juegos iniciales.
En una protesta insólita en la NBA, y prohibida en sus reglamentos, estrellas como LeBron James (Los Angeles Lakers) y Kahwi Leonard (Los Angeles Clippers) formaron una sola fila en la que se mezclaban compañeros y rivales.
Al unísono, todos hincaron una rodilla en la pista cuando empezó a sonar el himno previo a los partidos, con algunos jugadores agachando la cabeza emocionados, otros entrelazando sus brazos y alguno, como LeBron, levantando brevemente un puño al aire y señalando al cielo.
Dos ajustadas victorias de los Lakers sobre los Clippers (103-101) y de los Utah Jazz frente a los New Orleans Pelicans (106-104) pusieron otra vez en marcha la temporada más incierta de la NBA, con 22 equipos resguardados de la pandemia en la llamada “ burbuja ” de Disney World (Orlando) .
Los primeros y los últimos puntos del juego inaugural los convirtió el pívot francés de los Utah Jazz Rudy Gobert, cuyo contagio de coronavirus forzó la abrupta suspensión de la temporada el pasado 11 de marzo. “Después de todo lo que yo personalmente, y todo el mundo, ha vivido, poder seguir inspirando a millones de niños de todo el mundo es una bendición”, reconoció Gobert.
Posteriormente, LeBron James (16 puntos y 11 rebotes) lideró un triunfo con el que los Lakers colocaron un empate 2-2 en los enfrentamientos directos de esta temporada contra los Clippers, uno de sus grandes rivales para el anillo.
Como parte de su jornada de protesta, los jugadores portaron camisetas negras con el lema “Black Lives Matter” (La vida de las personas negras importa) , que también está grabado en el centro de las tres canchas del complejo deportivo de Disney World donde se jugará a puerta cerrada hasta las finales de octubre.
La liga y los jugadores se comprometieron a que este final de temporada, a pesar de las condiciones de aislamiento en Disney World, sea un altavoz de las actuales protestas contra el racismo desencadenadas por el crimen del afroamericano George Floyd a manos de un policía blanco dos meses atrás.
Aunque las normas de la NBA exigen, desde principios de 1980, que los jugadores se mantengan en pie durante el himno, el comisionado Adam Silver avanzó que, “bajo estas circunstancias únicas”, la liga no actuará contra los equipos. “Respeto el acto unificado de protesta pacífica de nuestros equipos por la justicia social”, dijo Silver, quien estuvo presente en el duelo angelino.