El bachiller Cifuentes ahora quiere estudiar Administración

José Cifuentes, volante del América y de la Sub 20, terminó sus estudios secundarios. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO

Ser bachiller era uno de los objetivos para el 2019 que tenía José Cifuentes, jugador de la Selección Sub 20. El mediocampista esmeraldeño debía terminar sus estudios hace unas semanas, pero sus obligaciones con la Tri y el América de Quito no se lo permitieron.
Después del Mundial de Polonia, donde alcanzó con Ecuador el tercer lugar y se colgó la medalla de bronce, no visitó a sus hermanos y padres en su natal Esmeraldas. Tampoco tuvo las vacaciones que otros compañeros sí tuvieron. Él regresó a Quito para preparase para los exámenes finales y para la prueba Ser Bachiller.
“No fue fácil graduarme del colegio. Pasé muchas malas noches y cosas difíciles. A veces no tenía tiempo para dedicarme de lleno a los estudios”, dice Cifuentes, quien además marcó el mejor gol del Mundial juvenil que se disputó en el Viejo Continente.
El viernes, en la ceremonia de premiación, compartió por última vez con sus compañeros de promoción en la Unidad Educativa John Osteen. Junto a él se graduaron 12 jóvenes más. Entre ellos, también dos futbolistas que militan en el Atlético Santo Domingo (Kevin Burbano) y Universidad Católica (Yarol Tafur).
Se sacaban fotografías juntos, se reían y compartían con los invitados a la ceremonia. Los tres deportistas fueron los más solicitados en una velada llena de emociones, donde también se reconoció a los más destacados de la promoción 2018-2019.
Para Cifuentes, todo el esfuerzo se vio recompensado en el abrazo que su madre Jenny Charcopa y su padre Alfredo Cifuentes le dieron arriba del escenario, delante de los padres de familia y autoridades de la Unidad Educativa Particular John Osteen.
Ambos viajaron desde Esmeraldas para ver a su campeón. El orgullo se les notaba en el rostro. Don Alfonso no paraba de sonreír y a Jenny se le fueron unas lágrimas mientras colocaba la beca, la toga y el birrete. Además, su promedio fue uno de los más altos. Obtuvo como nota final 8,18.
“Para nosotros como padres es un orgullo verlo triunfar. Sentimos la misma emoción ahora, que cuando le pusieron la medalla de bronce en el Mundial y marcó el gol ante Estados Unidos (considerado el mejor de ese torneo)”, asegura Alfredo Cifuentes.
Su padre esperaba a que terminara la ceremonia y las celebraciones para conversar con su hijo. Quería felicitarlo con más efusividad y despedirlo, porque ayer tenía previsto viajar a Lima para reunirse con el resto de la Selección Sub 23 que mañana debutará ante Argentina, por los Juegos Panamericanos.
Con 20 años y una prometedora carrera deportiva, el mediocampista cebollita aún espera seguir creciendo. Su nueva meta es continuar sus estudios. Quiere ir a la universidad y ser administrador de empresas.
“Han pasado muchas cosas muy rápido. El Sudamericano, el Mundial y mi graduación. Siento paz, porque gracias a Dios todo ha salido bien”, aclara el mediocampista.
Antes de que la Selección viajara a Perú el miércoles, Cifuentes conversó con Jorge Célico, entrenador de la Tri. Le pidió permiso para estar en la ceremonia y unirse después a la Selección juvenil.
El estratega aceptó y quedó liberado de la concentración el jueves. Desde entonces se contactó con las autoridades del colegio para confirmar su presencia. “Recién el jueves pude practicar en los ensayos de la graduación. Pasé toda la semana concentrado con la Selección”, contaba ‘Cifu’.
Su futuro todavía es incierto. Confesó que hubo propuestas del Manchester City, pero eso lo analizará después. Dejó ese tema en manos de su representante. Por ahora quiere concentrarse en los Juegos Panamericanos y en regalarle otra alegría al país.