Diana Pauta y María de Lourdes Fernández se ejercitaron ayer en el gimnasio de la Federación Deportiva del Azuay. Foto: Manuel Quizphe / EL COMERCIO
Un grupo de exseleccionadas nacionales se planteó el reto de representar al Azuay en la Liga Nacional Femenina de Baloncesto, prevista entre marzo y abril. Para armar un equipo competitivo se convocó a otras exponentes de las categorías juvenil y sénior.
Se trata de una fusión entre jugadoras del Tecni Club y de la Federación Deportiva del Azuay. Las prácticas son a doble jornada: por la mañana se ejercitan en el gimnasio y por la tarde el trabajo es con balón. Tienen diferentes horarios por sus trabajos y estudios.
Como técnicos están Patricio Ávila y Patricia Pinos, quienes esperan trabajar con normalidad una vez que se habilite el coliseo Mayor Jefferson Pérez, que está en readecuación. Ávila reiteró que las puertas están abiertas para todas las basquetbolistas que quieran representar a la provincia.
En el grupo se destacan Belén Carpio, Anabel Barahona y Tatiana Patiño, quienes ayer se sumaron al microciclo de la preselección nacional femenina sénior que se entrena en Chone, Manabí. La preparación es con miras a los torneos internacionales de este año.
A ellas se suman Marcia Espinoza, María de Lourdes Fernández, Diana Pauta, Verónica Orellana, María José Zúñiga, quienes tienen recorrido en selecciones y preselecciones del país. También constan las seleccionadas nacionales Sub 17, Camila Illescas y Estefany Narváez. La nómina se completa con Mariángel Loja y Gabriela Fernández.
Patiño, Barahona y Espinoza son quienes más han participado en las ligas nacionales de baloncesto con clubes de Pichincha. Patiño, por ejemplo, jugó cinco años en la Universidad Técnica Equinoccial (UTE), en donde tuvo como compañera a Barahona.
En el caso de Espinoza, de 34 años, defendió a Universidad de Las Américas (UDLA), UTE y Mavort. En la actualidad es entrenadora de baloncesto de la Federación Deportiva del Azuay. Las tres estuvieron en diferentes selecciones provinciales y nacionales.
Según Diana Pauta, otra exseleccionada, la idea nació en una conversación entre basquetbolistas nacidas en 1993 y de edades superiores. Ella recordó que se desintegró esa generación de basquetbolistas por asuntos de estudios y trabajo. En su caso, hace seis años viajó a Monterrey, México, para estudiar Ingeniera en Desarrollo Sustentable. Retornó a Cuenca en diciembre pasado tras obtener su título.
A la par con el estudio jugó en la Universidad Tecnológica de Monterrey, Campus Puebla. A su criterio, el nivel es parecido a la Liga Nacional de Baloncesto de Ecuador. “La diferencia es que allá se entrena todo el año; mientras acá, con ciertas excepciones, se trabaja tres meses antes del torneo”.
María Fernández, destacada basquetbolista, está consciente que lo más difícil es conseguir auspicios. La idea es reforzarse con unas dos extranjeras. Ella pide apoyo a las empresas para reactivar el baloncesto sénior del Azuay. “Queremos reencontrarnos para compartir triunfos y derrotas, como en años anteriores”.
Fernández está convencida que se puede conformar un equipo compacto al juntar experiencia y juventud. “Hay un buen nivel en Azuay”, aseguró. Ella jugó la Liga Nacional con Triple E y el 2017 fue campeona en los Juegos Universitarios con la Universidad del Azuay.
El 2017, Deportivo Quito obtuvo el título de la Liga Nacional Femenina de Baloncesto. También participaron Santa María (Machala), Macará (Ambato), Leones (Riobamba) y Real Bolívar (Guaranda).