El mal clima y la lluvia que cubrió a Quito en la mañana del pasado lunes 8 de junio volvieron a demostrar la poca prolijidad de los conductores cuando las condiciones en las vías son adversas.
Según los reportes del Comité de Operación de Emergencias Metropolitano (COE), al menos 20 choques se registraron entre la mañana y la tarde de ese día, la mayoría de los cuales tuvieron lugar en la avenida Simón Bolívar.Y aunque las causas pudieron ser muy variadas, la siempre peligrosa combinación entre asfalto mojado, llantas en mal estado y sobreestima del conductor suele ser un denominador común con más recurrencia de la que se debería tolerar.
Las autoridades, diversas instituciones, los medios de comunicación y hasta los entornos de cada persona hacen permanentes llamados de atención a los automovilistas para tener una mayor precaución al manejar cuando el clima no es el óptimo. Sin embargo, no faltan quienes desoyen las recomendaciones y prefieren imponer su criterio equivocado.
La seguridad en las vías no mejorará con sanciones más duras. Lo hará con base en la formación temprana y en la concienciación del respeto mutuo que debe existir entre todos los usuarios viales.