Con el triunfo, Dixon revirtió una situación que le era adversa.
El piloto neozelandés Scott Dixon le arrebató el título de la temporada 2015 de la Fórmula IndyCar al colombiano Juan Pablo Montoya, al imponerse el domingo en el Gran Premio de Sonoma (California), última prueba del año, terminando así con el sueño de victoria del piloto cafetero.
Dixon, del equipo Chip Ganassi Racing, superó en la recta final a los estadounidenses Ryan Hunter-Reay y Charlie Kimball, para desplazar del liderazgo a Montoya (Penske), que acabó sexto en Sonoma.
“Todavía no lo puedo creer, era una posibilidad remota”, dijo Dixon después de la carrera, pues comenzó el día a 47 puntos de Montoya en la clasificación general.
Fue un amargo final de temporada para Montoya, quien había liderado la tabla de posiciones de la IndyCar durante toda la temporada y estaba a un paso de ganar su primer título en la categoría.
Montoya apenas podía ocultar su decepción, negándose a detener su auto en el momento clave cuando chocó con su compañero de equipo, el australiano Will Power, ganador de la ‘pole position’ el sábado.
“No importa lo que pasó”, dijo Montoya. “Luchamos durante todo el año. Es una pena. Nos tiramos a la basura. Teníamos un auto competitivo hoy para hacer lo que teníamos que hacer, pero no pudimos lograr el objetivo”, añadió el colombiano.
“No importa, tuvimos una mala carrera en la que había el doble de puntos y quedamos fuera”, agregó.
Montoya debía llegar quinto. Ryan Briscoe se quedó con ese puesto.
“Me siento horrible por Juan. Estábamos todos en buena forma. Pero tenemos que decidir si estamos en un deporte o un casino”, dijo Power, por su parte.
El título de Dixon fue el cuarto de su cuenta personal, después de los conseguidos en la IndyCar en el 2003, 2008 y 2013.
Antes de la carrera del domingo todos los participantes de la IndyCar habían acordado realizar un homenaje al piloto británico Justin Wilson, quien murió el lunes 34 de agosto tras sufrir una lesión grave en la cabeza en el Pocono Raceway un día antes.
Todos los pilotos se alinearon para rendir un tributo a Wilson previo a la carrera, y de esa manera mostrar sus respetos a su compañero caído mientras se escuchaba el himno nacional británico.