El triunfo en la tercera etapa fue clave para la victoria final en el rally. Foto: Cortesía Rally Ecuador
Juan Guerrero jugaba a las carreritas con sus amigos en carros de juguete. Esa afición de la niñez se convirtió en una pasión por el deporte tuerca durante su adolescencia y juventud, cuando incursionó en el motociclismo y en el karting azuayo.
El ganador de la Vuelta 2014 ingresó al automovilismo en el 2002, como copiloto de Cristian Proaño, en un Suzuki 1000. Lo acompañó durante tres años en los certámenes provinciales y nacionales. El 2006 fue copiloto de Homero Cuenca y participó en su primera Vuelta a la República. “Ellos fueron una gran escuela”.
Como piloto aparece en el 2007, con un Susuki 1000. Luego adquirió un Peugeot y empezó a correr con rivales como Carlos Larrea, Carlos Palacios, Juan Vintimilla. “Allí aprendí a manejar la presión, a planificar la estrategia de la carrera”.
Su estreno como piloto en una Vuelta a la República se produjo hace tres años. Allí compartió el volante con su coterráneo Fernando Andrade, quien recuerda que cada uno condujo tres etapas teniendo como copiloto a Sebastián Guerrero. Ese año terminaron segundos y quedó pendiente una suerte de revancha.
El año pasado, Guerrero triunfó en las seis válidas nacionales de rallies. Su única carrera internacional se registró en junio de este año, en Perú, donde fue segundo, detrás de Andrade.
Una semana después de venir de Lima sufrió una lesión del tendón de Aquiles, jugando fútbol en la escuela de su hijo Juan Daniel. Se sometió a una cirugía y recién reapareció en la Vuelta.
Andrade destaca que después de 33 años se repite el triunfo de un cuencano en un giro nacional.
En 1981, Enrique Mora ganó en las Mil Millas, que era un evento equivalente a la Vuelta. “Juan es uno de los pilotos más completos del país: sabe calibrar el auto, conoce la parte mecánica y electrónica”, remarca Andrade.
Juan, en cambio, realza la labor de su hermano, Sebastián Guerrero. “Él es el mejor copiloto del país porque maneja el ritmo, sabe organizar la carrera, los puestos de abasto, es un asistente completo”. Juntos, en las cinco etapas hasta llegar a Machala, mantuvieron la calma, dejando atrás la presión y los nervios.
Por ahora, Juan Guerrero no tiene un plan concreto para el 2015. Él espera un comunicado de la Federación Ecuatoriana de Automovilismo y Kartismo (Fedac) para importar un auto de competencia. “Tramito un cupo deportivo para la exoneración de impuestos y de eso dependerá mi futuro”.
Su actual vehículo lo adquirió hace cuatro años y está en cierta desventaja con el resto.
El triunfador del giro nacional volvió ayer a sus labores normales como ingeniero biomédico, título obtenido en Costa Rica. Trabaja en una multinacional. También ya pudo disfrutar de un domingo familiar junto con su esposa Daniela Encalada y sus hijos Juan Daniel (9 años), Luciana (3) y Martina (1).