Cada día más atletas se suman a los Kallpa Runners, una agrupación que se conformó en el 2015 y que encontró en la pista atlética del estadio de Chimbacalle, en el sur de Quito, un lugar ideal para ejercitarse.
El entrenador Fredy Moposita asegura que el escenario se encuentra a 2 950 metros de altura sobre el nivel del mar, unos 100 metros más que el estadio Atahualpa, lo que permite a sus deportistas ganar resistencia al ejercitarse en la “pista atlética más alta de Quito”.
Bajo su tutela practican atletas de todo nivel, incluidos corredores de alta competencia como el azuayo Darwin Castro, deportista con discapacidad visual busca clasificarse a los Juegos Paralímpicos Río 2016. Él acude con su amigo y guía Sebastián Rosero.
Allí también se entrena Sixto Moreta, deportista con baja visión que buscará el próximo mes su lugar en Río 2016 en la prueba de los 1500 metros. Él tiene una discapacidad visual del 75%. Moposita confirmó que el corredor ambateño intentará la marca en una competencia en Italia.
El grupo también acoge a deportistas regulares, de alta competencia y también a aquellos que recién se inician.
Esa integración ha sido favorable para todos. El entrenador asegura que deportistas como Marlon Matabay (discapacidad intelectual), se motivan y mejoran al correr a diario con corredores regulares de alto nivel como Julius Gidabuday, fondista oriundo de Tanzania que se sumó hace unos meses.
Para Édison Cruz, presidente del club, la integración ha sido beneficiosa en todo sentido. “Entrenar junto con estos deportistas, que en algunos casos no pueden ver, pero que nunca se rinden en los entrenamientos, también nos motiva a mejorar a nosotros que aparentemente no tenemos una discapacidad”, reflexionó el atleta recreativo.
¿Cómo llegaron a conformar el club?
En el 2015, Cruz se ejercitaba por su cuenta en la pista de Chimbacalle. Él tiene amplia experiencia en pruebas de fondo ya que antes fue parte del Club Lince, que también se reúne en ese escenario.
Cruz y otros fondistas recreativos empezaron a juntarse en las mañanas en la pista de tierra. Entonces, cuando llegó Moposita con los deportistas del Comité Paralímpico todos se integraron y hasta buscaron un nombre para el club. Kallpa significa fuerza y ahora tienen las puertas abiertas para quienes quieran incorporar el atletismo a su rutina diaria. El club, que tiene a unos 35 miembros, cuenta con una página de Facebook.