Carlos Villacís (centro) preside interinamente la Ecuafútbol, tras la ausencia del titular, Luis Chiriboga Acosta. Foto: Archivo/ EL COMERCIO
La advertencia está puesta: equipo que no quiera sumarse a la conformación de la Asociación de Fútbol Profesional quedará fuera de la repartición del nuevo pastel. Los promotores de la nueva estructura en el fútbol son radicales en su posición.
Si hay equipos que no quieran entrar a ser parte del proyecto de reestructuración se buscará el ascenso de clubes de Segunda Categoría hasta completar los 24 cupos. 12 en la Serie A y 12 en la B.
A 26 días de la realización del congreso ordinario en la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), previsto para el 8 de enero, hay tres grupos divididos en torno a la posición oficial del nuevo esquema.
En el músculo más grueso están los mentalizadores del mapa organizacional del fútbol ecuatoriano con cambios.
En principio, 12 clubes firmaron el acta de aprobación para la formación de la Asociación. Hay un grupo de clubes que han hecho público su deseo de impulsar la reforma y hay un tercer grupo que prefiere no pronunciarse.
Sin embargo, en las dos últimas semanas se han levantado huracanes políticos en la Ecuafútbol, golpeada ya con la suspensión del presidente Luis Chiriboga, por el escándalo de la FIFA, y la posición oficial del nuevo directorio.
“Eso de que las asociaciones y algunos están en contra de la liga (ahora Asociación) no es verdad. Es un tema que vende Álex de la Torre, abanderado de la oposición al cambio. Los que se oponen a la creación de la Asociación se están quedando solos”, dijo Canessa durante la semana.
Mañana volverá a ser un día clave para los impulsadores de la Asociación. Se reunirán en Guayaquil y esperan tener la presencia de los directivos de los 24 equipos de las dos series. Será un termómetro clave para saber cuál es la posición oficial de los clubes.
Por lo pronto, la urgencia de los equipos es exigir que aparezca en la agenda del orden del día del Congreso, el debate que permitirá dar luz verde al proyecto. El plazo para hacerlo es el 20 de diciembre.
Pero desde afuera ya se huele a una pugna política entre los propios clubes. Esteban Paz, de Liga de Quito, fue quien advirtió que equipo que no quiera aceptar las condiciones se quedará fuera de la Asociación. “No les vamos a esperar. Es hora de un cambio en la estructura”, advirtió radicalmente.
Esto incomodó a presidentes de clubes que todavía no están convencidos de la revolución que se plantea. Ramiro Gordón, administrador del Aucas, aclara que su propósito no es derrumbar el proyecto, pero cuestiona que haya amenazas. “Sí hay posiciones radicales y eso preocupa. Tendría que reunirme con los señores que conocemos de Macará, Técnico y otros equipos para ver si puedo hacer un campeonato paralelo de Segunda. Aucas ha estado asistiendo a las reuniones, pero económicamente he preguntado en público: ¿cómo va a ser la Liga Profesional?”.
Jaime Estrada, del Manta, descarta que exista división en los clubes para poner freno de mano al proyecto. En sus cálculos ya cuentan con el apoyo de 18 a 20 equipos para llegar al congreso con el respaldo mayoritario.
“Buscamos consensos. Que este cambio de estructura sea por el bien de todo”, manifestó el dirigente manabita.