Los ciclistas del Tour de Francia tratan de atravesar el inflable después de que este cayera sobre el pelotón de los punteros, Foto: AFP
El arco que señalaba la entrada en el último kilómetro se desinfló cuando llegaba el pelotón de favoritos del Tour de Francia, este viernes, 8 de julio, en la novena etapa, “un incidente mayor”, según el director del Tour Thierry Gouvenou.
A 1 000 metros de la meta, en el Lac de Payolle, el británico Adam Yates, fue la principal víctima de este incidente inédito en los Tours de la época contemporánea. Cuando se levantó tenía sangre en la cara, pero pudo concluir la etapa.
“Los tiempos para calcular las distancias han sido tomados a falta de 3 kilómetros”, precisó rápidamente la radio del Tour, una información que confirmó el propio Gouvenou.
“Hemos salvado los muebles. El jurado recuperará todos los tiempos para intentar rehacer una clasificación en la que vamos a intentar penalizar al menor número de personas posible. Estableceremos las diferencias en los tres últimos kilómetros”, explicó.
“No hay una gran diferencia entre los tres últimos kilómetros y la llegada, porque era un descenso y el llano. Es verdad que es un incidente mayor, pero tenemos los medios para hacer frente a este tipo de problemas”, continuó.
En el Tour de Francia, una máquina bien engrasada, este tipo de incidentes son infrecuentes. Pero la carrera más importante del mundo rozó la catástrofe en 2013, en la salida de la primera etapa en Bastia.
El autobús del equipo Orica quedó bloqueado en la llegada, cuando el pelotón entraba en los últimos 5 kilómetros. Finalmente se pudo solucionar el problema.