Los integrantes de la Asociación de Árbitros de Pichincha se entrenan en la pista sintética del parque La Carolina, ubicado en el norte de Quito. Foto: David Paredes EL COMERCIO
Franklin Congo, de 30 años, empezó su carrera arbitral a los 22 desde la tercera categoría. Nació en Ibarra y su afición comenzó en la secundaria cuando se vestía de corto para dirigir a sus compañeros.
Ahora, está en las designaciones permanentes para los cotejos de la Serie A. Es uno de los 75 colegiados que dirigen en esta categoría. Su trabajo, al igual que el de sus colegas, habitualmente está bajo el cuestionamiento de directivos y entrenadores.
Congo, por ejemplo, recuerda el incidente que marcó su inicio en la Serie A, en el 2015, con el DT argentino Carlos Ischia, quien dirigía al Aucas.
Informó que el entrenador le profirió insultos racistas. “El respaldo que recibí de mis compañeros fue clave. El arbitraje es una profesión difícil. Uno tiene que estar expuesto a todo, pero gracias a Dios he ido adquiriendo experiencia. Vivo de mi profesión y tengo otras actividades”, expresa Congo.
Los jueces con escarapela FIFA cobran USD 700 por partido. El monto disminuye de acuerdo con la categoría del torneo. “En promedio, los árbitros dirigen dos partidos al mes. El dinero no alcanza.
Además, la Federación se demora un poco en pagar. Ingresamos las facturas y el proceso de pago se tarda dos meses”, dijo Luis Muentes, presidente de los árbitros del país.
Congo prefiere mantener en reserva su otro oficio para evitar problemas con hinchas. Según el directivo Muentes, togiados tienen un trabajo paralelo y su falta de descanso, tras prácticas exigdos los coleentes, impide una adecuada recuperación física y mental.
Ante la falta de pagos, el gremio advirtió hace dos semanas que podría paralizarse, El martes pasado, Muentes llegó a un acuerdo con los directivos de la FEF para el incremento salarial de sus agremiados.
Esteban Paz, presidente de la Comisión Ejecutiva de Liga, coincidió en que era necesaria la revisión salarial de los jueces, pero también su capacitación permanente, sobre todo, de los que llegan a Primera. “Hay que exigirle más, pero también pagarle mejor”.
Pepe Mosquera, presidente de la Comisión de Arbitraje, defendió que la FEF organiza talleres de capacitación constantes para disminuir los errores que cometen los jueces.
La FEF se comprometió a pagar las facturas hasta julio, expresó Muentes. Luego, los clubes, que conformaron la creación de la Liga Profesional, cancelarán sus pagos.
Esta temporada, 11 árbitros subieron a Primera para promover nuevos rostros.
En la Asociación de Árbitros de Pichincha es frecuente mirar a la nueva generación con los rostros conocidos como Roddy Zambrano, Vinicio Espinel, Carlos Orbe y Diego Lara. Ellos se reúnen de lunes a jueves para cumplir una agenda de trabajo. En la sede, todos los lunes, analizan videos y sus y sus decisiones en los cotejos.
“A las nuevas generaciones siempre les guiamos y les aconsejamos. Nos entrenamos en el parque La Carolina. Con todos practicamos los ejercicios sobre cómo correr la cancha”, explica Lara.
El gremio de Pichincha registra a siete árbitros en la Serie A de sus 86 afiliados. El resto también es designado a partidos de la Serie B, de la Segunda Categoría, torneos juveniles Sub 12, 14, 16, 18 y Reserva. El gremio cuenta con el preparador físico Luis Naranjo.
Los Árbitros de la Asociación de Guayas se reúnen todos los días en el parque de los Samanes, antes de las 06:00. Ahí, realizan sus prácticas con un llamativo uniforme celeste.
Se entrenan durante una hora y media y, luego, se dirigen a sus trabajos cotidianos. Ese es el caso de Omar Ponce, quien es profesor de educación física en una escuela del sur de Guayaquil.
Byron Romero y Juan Carlos Albarracín también se dedican a la enseñanza a los jóvenes.
SUS SALARIOS
75 árbitros están registrados para dirigir los cotejos de la Primera categoría.
Este año, fueron promovidos 11 jueces para los cotejos de la Serie A.
Los árbitros de más alto nivel tienen la escarapela FIFA. Ellos reciben USD 700 por juego dirigido.
El monto disminuye si pitan en una categoría menor de las organizadas por la Ecuafútbol.
Los jueces también se dedican a la enseñanza en colegios u otras actividades paralelas a su profesión.