El árbitro de fútbol Augusto Aragón se entrena en su casa, en Esmeraldas, durante la cuarentena. Cortesía
El patio de la casa de Augusto Aragón, en Esmeraldas, se convirtió en un gimnasio improvisado. El árbitro esmeraldeño tiene conos, platos, pesas de cemento y colchonetas que coloca en ese espacio para realizar su trabajo físico, durante la emergencia sanitaria.
A diario dedica una hora y media a sus ejercicios, con los que busca mantener su estado físico. Este año recibió la escarapela de árbitro FIFA y forma parte del equipo de jueces sudamericanos, que están en la preselección para participar en el Mundial de Catar 2022. La Conmebol envía y supervisa los trabajos del colegiado esmeraldeño, que es hermano del exjuez de línea Yonis Aragón, a través del instructor Juan Carlos Albarracín.
“Entreno en el patio, un área de 10×10 (metros). Hago cardio, potencia, ejercicios aeróbicos y de resistencia. Son trabajos de alta intensidad pero de poca prolongación. No es mucho el espacio y hay que adaptarse para no salir de casa durante la emergencia”, contó.
Además de los ejercicios físicos, la Conmebol también supervisa la parte técnica. La semana pasada realizó una prueba académica, que consistió en revisión y análisis de videos para decidir sobre la aplicación de los reglamentos.
“Nos están evaluando cada tres meses, eso no ha cambiado. Yo pongo todo de mi parte para seguir siendo considerado. Este año debuté a nivel internacional y es un sueño cumplido”, dijo el juez de 34 años, que dirigió un partido de la Copa Libertadores y uno de la Copa Sudamericana.
A nivel local, los jueces también son evaluados. Aragón cuenta que los miembros de la Comisión de Arbitraje y los instructores provinciales semanalmente realizan videoconferencias para mantener la capacitación de los profesionales.
Al tema académico dedica cerca de dos o tres horas, dependiendo de la cantidad de videos que se revisen. Omar Ponce es el miembro de la comisión que más se contacta con él, así como el instructor Javier Bautista.
“La paralización nos complica a todos los que estábamos en competencia, hemos perdido ritmo. Hay que seguir trabajando para no perder la confianza, seguir con la misma fuerza de voluntad e ímpetu”, dijo el esmeraldeño, que sueña con dirigir en Catar.
Cuando finaliza sus entrenamientos y capacitaciones, aprovecha el tiempo para jugar con sus hijos de 8 y 7 años. Trata de ver el lado positivo a la emergencia; el aislamiento le permite jugar con los menores, a quienes ve poco debido a los viajes de su trabajo.
Sin embargo, la falta de actividad afectó a su presupuesto. Los jueces nacionales cobran salarios, bonos y viáticos por partidos dirigidos, la suspensión del campeonato hizo que tuviera que usar sus ahorros para mantener su hogar.
“Ha sido complicado pero nos hemos ajustado a la realidad. Que sea la voluntad de Dios, literalmente hemos estirado el dinero y no nos ha faltado el pan en la mesa, es difícil, pero tenía ahorros que nos han ayudado”, reveló.
Debido a que está enfocado en llegar al Mundial, Aragón decidió abandonar la docencia, actividad paralela que solía realizar.
Para él, tener la escarapela de árbitro FIFA y formar parte de la preselección mundialista de Sudamérica es una responsabilidad con su provincia. Es el segundo árbitro esmeraldeño que consigue la certificación internacional, luego de Segundo Jackson Díaz.
Además del compromiso con su localidad, llegar al Mundial le representa un reto familiar. Dirigir en el Mundial de Catar sería un homenaje para su hermano mayor, Yonis Aragón, que fue juez de línea de Primera Categoría entre el 2003 y el 2016; fue él quien lo motivó a ingresar
a la carrera.
Aragón fue arquero antes de hacer el curso de colegiado. Atajó en el Esmeraldas Petrolero y en otros clubes de Segunda Categoría de su provincia. “Yonis me dijo que sea árbitro cuando me retiré, dicen que siempre debes escuchar a quien te quiere y creo que fue la mejor decisión”, contó.