Jugadoras del Andino en el coliseo Julio César Hidalgo. Foto: Patricio Terán / EL COMERCIO
El título se celebró con risas, abrazos y llantos contenidos. Andino se consagró campeón del torneo intercolegial de baloncesto femenino, como el año anterior, pero esta celebración fue corta, pues quien fuera entonces su capitana, Vanessa Ochoa, perdió la vida dos días después de ese suceso. Este 7 de febrero del 2019, tras el pitazo final, apareció la fotografía de ‘Vane’ y las nuevas campeonas se arrodillaron en la cancha para ofrecerle este nuevo título.
Las chicas del Andino derrotaron 57-52 a un aguerrido equipo del Manuela Cañizares, que las puso en aprietos, en varios pasajes del partido.
El colegio de la avenida Colón era favorito por los antecedentes históricos, pues son cerca de tres décadas que Andino domina el baloncesto colegial -masculino y femenino- con más de 100 títulos.
El entrenador, Sergio Recalde, está al frente de un proceso que empieza con los pequeños de la escuela, donde va impregnando el baloncesto en su ADN. Muchas de las chicas que ayer saltaron a la cancha han seguido ese camino, conocen de memoria los movimientos tácticos y tienen una formación técnica.
En Manuela Cañizares, en cambio, lució el pundonor deportivo. “No tenemos entrenador, nos reunimos entre nosotras para practicar”, detalla Alanik Chicomín, a quien el llanto la venció. “Este año dejo el colegio y nunca pudimos ganar un título colegial. Todos fueron para el Andino”, dijo la jugadora, especialista en cestos de tres puntos y que ya ha recibido ofertas de becas de tres universidades de la ciudad. Logró 21 puntos y acertó cuatro lanzamientos triples.
Además, no contaron con médico. Una de sus jugadoras, Julieth Jiménez, se lesionó y no hubo asistencia especializada. Dos padres de familia fueron a la cancha, pues tampoco hubo contingente médico de la Federación Deportiva Estudiantil de Pichincha.
En el primer período, las canastas se marcaban a minuto seguido, en cada tablero. Andino solo ganó 12-10. Para los siguientes 10 minutos, tuvo un mejor rendimiento y se puso adelante en el marcador por 30 a 22. Los dos equipos expusieron su mejor juego en el tercer período, en el que Andino se mantuvo adelante en el marcador: 46-36.
Los últimos 10 minutos, Manuela Cañizares estuvo a punto de lograr la igualdad. Pero se notó la falta de un entrenador que les ayudara a variar jugadas en ofensiva y a buscar alternativas defensivas cuando Andino presionó. Hubo mucho coraje y pundonor, pero no alcanzó.
El partido culminó con el marcador 57 a 52, en medio de aplausos de ambas barras, que reconocieron el esfuerzo.
Andino tuvo como líder a Luz Ramón, quien el próximo mes de julio ya se gradúa de bachiller. “Quería graduarme dejando al colegio con este título”, dijo la espigada jugadora, que aportó con 21 puntos para el título.
En cambio Marjorie Cárdenas se quitó la camiseta y se puso la amarilla de la Selección. “Era de Vanessa Ochoa, a quien va dedicado este título. Era como mi hermana”, dijo la jugadora, que subió a uno de los tableros para cortar la red y llevársela. “Es la primera vez que lo hago, siempre lo hacía ella. La voy a guardar con la camiseta y la medalla”. Ella también aportó con 22 puntos.
Vanessa Ochoa, hace un año, lideró al equipo del Andino en la consecución del título colegial. Viajó con sus padres y hermanos a celebrar el campeonato en el balneario de Salinas, donde sufrió un accidente con una moto acuática y falleció.
“Fue duro para nosotros conocer ese fallecimiento, porque era joven, amiga de todos. A las jugadoras les impactó mucho la noticia, les tocó sobreponerse”, relató el DT Recalde, con lágrimas en sus ojos.