Andino: una historia que aún se escribe

A lo largo del recorrido por los tres países, el Andino no presentó desperfectos mecánicos.

A lo largo del recorrido por los tres países, el Andino no presentó desperfectos mecánicos.

Cuatro décadas después de que saliera de la línea de producción de Aymesa, el primer vehículo ecuatoriano volvió a ser noticia. El Andino 001 celebró su cumpleaños 40 con una travesía nacional que alcanzó la ciudad peruana de Piura, por el sur, y la colombiana de Pasto, por el norte.

Pero más relevante que el viaje en sí es el hecho de que esta pick-up conserve prácticamente intactas sus características originales, a pesar del tiempo transcurrido.

La iniciativa nació de su propietario, Antonio Ricaurte, quien lo tiene en su poder desde 1977. En ese año lo adquirió a la Presidencia de la República mediante un remate, una vez que el vehículo fue retirado del servicio en el sector público.

Cuatro años antes le había sido entregado al presidente de facto Guillermo Rodríguez Lara, como reconocimiento al impulso que su Gobierno dio al proceso de industrialización nacional.

Ricaurte recuerda que por el entonces seminuevo Andino pagó la módica cifra de 12 000 sucres, en 12 cuotas mensuales de 1 000.

El interés por adquirirlo había surgido tiempo atrás, cuando para el desempeño de sus labores en el Patronato Nacional del Niño (antigua denominación del Infa) solicitó que le facilitaran el Andino de la Presidencia que nadie utilizaba.

Fue ahí cuando se 'encariñó' con el vehículo y supo que debía ser suyo una vez que saliera a la venta.

Ricaurte recuerda que en él hizo muchos viajes dentro y fuera del país. Los más usuales eran de Quito a su natal Riobamba, casi todos los fines de semana, y a las playas en época de vacaciones.

Dados sus conocimientos de mecánica, Ricaurte siempre se encargó de las tareas de mantenimiento preventivo y correctivo, procurando siempre conservar al Andino en perfecto estado.

Cuando los repuestos originales del modelo empezaron a escasear, se hizo de una buena provisión con miras al futuro. Tal es así que, cerca de llegar al millón de kilómetros recorridos y en vísperas del viaje de aniversario, el motor Bedford inglés del Andino recibió su quinta reparación y el desgaste de los cilindros fue de apenas +20.

Para la travesía, Ricaurte recibió el apoyo de varias empresas, entre las cuales se sumó la ensambladora. Entre el 1 y el 14 de mayo cubrió las rutas Riobamba - Piura - Riobamba y Riobamba - Pasto - Riobamba. Fueron cerca de 4 000 kilómetros en los que el vehículo demostró una fiabilidad absoluta.

Cuando pasó por Quito, a su regreso, Aymesa le entregó un reconocimiento por mantener el vehículo en óptimas condiciones durante todo este tiempo y con la mayor cantidad de piezas originales, lo cual representa toda una hazaña.

Si bien Ricaurte ha recibido interesantes ofertas económicas para vender el Andino, asegura que solo se desharía de él para entregarlo a una institución o a un museo que lo preserve como patrimonio industrial del Ecuador.

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