Un calentador rojo, una camiseta blanca y un pequeño silbato. Eso es todo lo que necesita Ana Carolina Lara para empezar su trabajo. Con el cabello recogido y apenas un poco de brillo en sus labios, se la observa moverse de un lado a otro y manipular repetidamente su silbato.
Esos movimientos los ejecuta desde inicios de temporada, tras tomar las riendas del club San Francisco. Antes, era la encargada de ordenar al equipo desde adentro, era la armadora, la 10.
Hoy, entrena a 30 jugadoras. El reto le llegó tras la repentina decisión del técnico Wladimir López de viajar a Argentina para especializarse. Hasta el año pasado trabajó como su asistente.
Ana Caro, como le gusta que le llamen, tiene 23 años y es una amante del balompié. Su gusto por el balón empezó a corta edad. Su primo Carlos Egüez da fe de ello.
Él viaja en el tiempo y recuerda que Lara, de 6 años, tocaba el balón mejor que algunos compañeritos. “Ella recibía muchos halagos por su juego. Todos querían jugar con ella”.
Eso último se dio después de que Lara fuera la última jugadora en ser elegida por sus amigos para integrar un equipo. “Siempre seleccionaban a todos los niños primero. Todo cambió cuando me vieron jugar”, comenta Lara entre risas.
Las habilidades que mostró frente a los amigos del barrio le sirvieron para integrar el equipo de la escuela y, posteriormente, del Colegio Menor.
Lara también formó parte de El Nacional, dirigido por el ecuatoriano Pedro Martínez. Este estratega la recuerda como una buena persona y jugadora.
Todas esas experiencias anteriores le sirven ahora a Lara para dirigir al club San Francisco, que ya suma dos victorias seguidas en el torneo Nacional Femenino.
Si bien Lara está hoy al frente de este conjunto, ella recibe indicaciones de López para dirigir a las futbolistas. La DT dialoga con su exentrenador a través de las distintas plataformas digitales.
La responsabilidad que muestra López al mantenerse al tanto del equipo a pesar de los kilómetros de distancia que separan a Ecuador de Argentina le ha servido a Lara como ejemplo.
Fernanda Vásconez, capitana del San Francisco, la cataloga como una mujer dedicada, responsable, puntual, amable… “Jamás ha sido grosera con nosotras”.
La estratega es psicóloga y cree que aquello le ha permitido entender el carácter y las necesidades de cada una de sus dirigidas. Ella sabe a qué se dedican todas sus pupilas.
En un futuro próximo, ella tiene previsto estudiar dirección técnica. Por lo pronto, en los próximos días realizará un viaje a Argentina para cumplir con una pasantía en Boca Juniors.
Lara revela esa noticia con una sonrisa en su rostro. Está feliz de viajar y conocer de cerca la estructura de uno de los clubes más populares de Argentina.
Aquella sonrisa fue una de las pocas que exhibió durante la práctica del pasado miércoles, en Cumbayá. Vásconez cuenta que su estratega es calmada, pero que casi nunca está de mal humor.
“Somos amigas y fuera de la cancha es la misma. Nunca la van a ver gritando, por que esa no es su personalidad”.
Cuando se armaban los equipos yo era la última en integrarlos. Después, ya querían jugar conmigo.
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