Fernando Alonso ganó de modo aplastante el Gran Premio de China y rompió una sequía de 12 carreras sin victorias para Ferrari, en tanto Sebastian Vettel (Red Bull) llegó cuarto y sigue líder del Mundial de Fórmula 1.
Alonso se adueñó de la punta en el quinto giro y ganó seguido de Kimi Raikkonen (Lotus) y de Lewis Hamilton (Mercedes), aunque ambos lejos del español, que llegó a ‘levantar el pie’ sobre el final, tan tranquilo de su dominio en pista.
El ingeniero Andrea Stella, temeroso del desgaste de los neumáticos, le aconsejó desde el ‘box’ “levantar el pie” y Alonso, que iba a unos 300 km por hora y poco antes había bajado la barrera de 1’40” por vuelta, le contestó riendo que no estaba acelerando.
Fue la victoria 31 de Alonso en la F1, que ahora está cuarto en la clasificación histórica de la categoría, junto con Nigel Mansell y detrás ambos del fallecido piloto y leyenda, el brasileño Ayrton Senna.
Alonso hizo todo perfecto: ganó el segundo puesto en la largada tras una vacilación de Raikkonen y atrapó la punta en manos de Hamilton en el quinto giro, dos antes de entrar a ‘boxes’ para montar las gomas semiduras e iniciar su cabalgata triunfal.
“Todo salió perfecto, no fue como el año pasado, fruto de episodios casuales. Esta Ferrari tiene un enorme potencial” , afirmó Alonso, convencido de que podrá repetir el triunfo mañana en Bahréin, por la cuarta fecha del torneo mundial.
Por su parte, Raikkonen cumplió una óptima prueba pues desde la ronda 16 corrió con la trompa delantera de su Lotus dañada por un contacto con la parte trasera del McLaren del mexicano Sergio Pérez, en tanto Hamilton resistió un ataque postrero de Vettel.
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El balance final indica que la estrategia adoptada por Red Bull para Vettel (cuarto), o sea largar al revés de los siete primeros de la grilla con las gomas semiduras para jugarse todo en un ‘rush’ final con las ‘soft’, no fue la más acertada.
Acaso demoró una o dos vueltas en montar esos neumáticos, que eran dos segundos más veloces que los más duros, sobre todo con los autos descargados de combustible: su último ‘pit-stop’ fue a cinco giros del final y allí descontó a Hamilton más de 10 segundos.
“Con una vuelta más no solo pasaba a Hamilton, sino que podía alcanzar también a Raikkonen, que llegó 2,5 segundos delante. En la persecución a Lewis me complicó el doblaje a un Marussia (el de Jules Bianchi)”, se quejó el alemán.
Vettel, Hamilton y otros pilotos quedaron bajo investigación de los comisarios de pista por haber utilizado el ala móvil o DRS (Drag Reduction System) para superar a otros concurrentes con banderas amarillas, aunque finalmente se mantuvo la calificación.
Mark Webber, que ya en clasificación tuvo problemas por falta de gasolina y fue retrocedido al último puesto de la grilla, perdió de modo increíble la rueda trasera derecha tras una parada en la vuelta 16, lo que aumentó las suspicacias dentro de Red Bull, tras sus duras protestas de Malasia, donde su compañero Vettel desobedeció indicaciones y lo pasó, sin sanciones visibles del equipo.
Quinto llegó James Button, al que le fue aún peor eligiendo la táctica de las gomas ‘soft’ para el final, y sexto Felipe Massa, de gran largada, aunque luego decayó, en tanto Pérez fue undécimo y su connacional de Sauber, Esteban Gutiérrez, abandonó tras chocar en la sexta vuelta al Force India de Adrian Sutil.
Fuente: Ansa
Columnista invitado, Alfonso Cucalón
Desde las pruebas de calificación se anunciaban los favoritos para el GP de China. Mercedes venía mejorando carrera tras carrera, Ferrari había confirmado su potencial y Lotus ya conquistó una victoria.
La incógnita surgía sobre los Red Bull que inusualmente no acaparaban las líneas de vanguardia. Más que de costumbre, los neumáticos iban a jugar un papel preponderante de vista de su elevado desgaste en el caliente asfalto de Shanghái.
Y así fue: los equipos de las primeras líneas, seguros de sus prestaciones, prefirieron largar con los frágiles compuestos blandos, y cambiar tempranamente por los medios que garantizaban rondas mas duraderas. Pero detrás venían los que en pista eran menos rápidos y que apostaban a la estrategia contraria: comenzar con los medios y ganar posiciones cuando los de adelante entraran a pits, circunstancias que nos brindaron una alternancia de seis pilotos en la punta en la primera mitad.
En la segunda, las cosas ya se estabilizaron, sobre todo por el dominio de Alonso que conquistó una aplastante victoria, de esas que desvían la atención de los fanáticos hacia otras zonas donde hay combate, y que nos recordó las de Schumacher con la misma escudería.
La emoción venía detrás: Raikkonen se recuperó de su mala partida y a pesar de la rotura en la ‘nariz’ de su Lotus, consecuencia de un toque con Sergio Pérez, pudo conquistar el segundo lugar. Hamilton figuró permanentemente en los primeros lugares, pero a su Mercedes todavía le falta un toque maestro para estar a la altura de su talento.
McLaren todavía no encuentra la calibración apropiada y Button se conformó con el quinto lugar gracias a su cuidado de las cubiertas. Sin perder un minuto, los equipos aplicarán sus enseñanzas aún frescas para adaptar los fórmulas al trazado de Bahréin, donde mañana finalizará la primera serie asiática del torneo.