Lluvia, oscuridad, accidentes, averías e interrupciones marcaron el estreno de la Fórmula Uno en Corea del Sur. La competencia empezó lentamente por la lluvia, pero tuvo un final furioso con el triunfo del español Fernando Alonso.
El español aprovechó ayer el abandono de los Red Bull y se ubicó como líder del Mundial. “¡Avanti!”, gritó el piloto de Ferrari a través de su radio en la meta y dio un gran paso en la búsqueda de su tercer título mundial.
En el camino se quedaron dos de sus principales rivales: los Red Bull de Mark Webber y Sebastian Vettel. Ninguno de los dos puntuó. El australiano Webber se salió de la pista cuando estaba parcialmente inundada por el agua. El alemán Vettel quedó virtualmente sin opciones en el campeonato al romper su motor tras 45 vueltas liderando la carrera.
Así, a falta de las pruebas de Sao Paulo y Abu Dhabi, Alonso, que ha ganado cuatro de las últimas siete carreras, es el mejor posicionado para alcanzar el título. Él ya fue campeón en el 2005 y el 2006, con Renault.
El ibérico manda con 231 puntos, por 220 de Webber y 210 del británico Lewis Hamilton, quien ayer llegó segundo a bordo de su McLaren.
Vettel cayó a la cuarta ubicación con 206 unidades. El triunfo de Ferrari fue casi total en Corea del Sur, pues el brasileño Felipe Massa ocupó el tercer escalón del podio.
Pero no fue fácil. Desde el principio, el Gran Premio se convirtió en una aventura. A causa de la persistente lluvia, la salida se realizó por primera vez este año tras el coche de seguridad. Tras tres vueltas, los comisarios cancelaron el primer intento y ordenaron a los pilotos que volvieran a la parrilla. Tras 49 minutos de interrupción, la carrera se reanudó de nuevo.
Trece giros después, los comisarios dieron definitivamente luz verde. Luego, Webber perdió el control de su coche en la vuelta 19 y se estrelló contra el Mercedes de Rosberg.Otro accidente fue el choque entre el Toro Rosso de Sebastien Buemi y el Virgin de Timo Glock.
Alonso recuperó posiciones y aprovechó un fallo en el motor del bólido de Vettel y se encaminó al triunfo. Pero él aún mantiene cautela y no se cree favorito.