Álex Quiñónez ganó la medalla de oro en los 200 m planos y en la posta 4 x 100. Foto: Xavier Caivinagua/ EL COMERCIO.
Álex Quiñónez reapareció en una competencia oficial después de 12 meses de ausencia y demostró que sigue siendo el mejor velocista del país. Lo hizo durante dos días en el Grand Prix Sudamericano de Atletismo, que finalizó ayer, 15 de marzom en la pista sintética del estadio Jefferson Pérez, en Cuenca.
El sábado pasado, en los 100 metros planos, Quiñónez terminó segundo tras ser superado con dos centésimas por el colombiano Diego Palomeque. Pero ayer se tomó la revancha en dos oportunidades. Primero le ganó a Palomeque en la final de los 200 metros planos y luego en las postas 4 x 100.
En 100 m registró 10 segundos y 37 centésimas (10.37); en los 200 m cronometró 20.95. Esas marcas le aseguraron su clasificación a los Juegos Panamericanos del julio próximo en Toronto, Canadá. Así lo aseguró el presidente de la Federación Ecuatoriana de Atletismo (FEA), Manuel Bravo.
Quiñónez, quien en el 2012 fue séptimo en los 200 m planos de los Juegos Olímpicos en Londres, hizo equipo con John Valencia, Édison Camacho y el debutante en postas, Diego Ferrín. Este último reapareció en un torneo oficial con una victoria en salto alto y aseguró su pasaporte para los Juegos Panamericanos al saltar 2 metros y 17 centímetros.
La felicidad del finalista olímpico se evidenciaba en su rostro. En todas partes del estadio atlético se encontró con reporteros y respondió cualquier inquietud. Siempre andaba cerca de él su entrenadora, la cubana Yosvania Molina, quien también dejó sus preocupaciones del primer día de competencia.
Según Molina, su dirigido recuperará su nivel de alta competencia con una serie de carreras internacionales. Por ejemplo, entre el 9 y 11 de abril correrá en Santiago de Chile la segunda parada del Grand Prix Sudamericano. Luego estará en el Nacional Sénior con sede en Guaranda, a finales de abril. En mayo irá al Sudamericano en Colombia y de allí se centrará en los Panamericanos.
Molina no ocultó su preocupación por el tema económico. Quiñónez, por la falta de resultados en el 2014, de categoría A bajó a la E. Eso implica que ahora recibirá una beca de USD 354. “No vamos a tener dinero para nada, pero Álex ha vuelto a resurgir y seguramente tendrá el apoyo de la Federación Ecuatoriana de Atletismo”.
La adiestradora cubana sostiene que el año pasado hubo pocas competencias y de allí los escasos éxitos internacionales. Ella anota los Juegos Sudamericanos en Chile, donde fue vicecampeón en 200 m y tercero en 100 m. Allí fue la última vez que se subió en el podio internacional. En el Iberoamericano se enfermó. “Llegamos a Brasil, le dio fiebre, con anemia y defensas bajas. No se cumplió con lo establecido”.
Quiñónez celebró con sus amigos el retorno al podio después de 12 meses. El atleta esmeraldeño de 25 años pasó por momentos difíciles, incluso recibió un llamado de atención de la FEA. “Hubo irregularidades no solo de mi parte sino también de la Ecuatoriana de Atletismo, que no me entregó el dinero para salir a competir”.
El velocista ecuatoriano dejó en claro que este año será su revancha y su meta es ganar todas las competencias en las que intervenga. En tono molesto expresó que “a la gente que me juzga quiero taparle la boca con buenos resultados, que no juzguen a la persona sin saber las cosas. Este año voy a hacer, lo que sé hacer”.
Ángela Tenorio, en damas, ganó medalla de oro en los 200 metros planos, tras superar a su compatriota Marisol Landázuri y a la peruana Maite Torres. En las postas 4 x 100 femenina, Ecuador terminó primero, pero quedó eliminado porque Yuliana Angulo entregó fuera de la zona la posta a Landázuri.
También estuvieron en el equipo nacional Viviana de la Cruz y Tenorio. El triunfo se adjudicó al conjunto integrado por las peruanas Maite Torres, Candy Toche y Diana Bazalar, así como la venezolana Andrea Purica. Azuay fue tercero.
En otros resultados, José Escobar impuso un nuevo récord nacional absoluto al registrar una marca de 74 metros y 68 centímetros en el lanzamiento de la jabalina. El atleta pichinchano superó su propia marca de 71 metros.
Su coterráneo, Santiago Espín, registró un nuevo récord nacional juvenil en lanzamiento de la bala de siete kilos. La marca fue de 16 metros y 70 minutos. Su distancia anterior fue 16,15 metros.