Por su cercanía la hinchada argentina es una de las más numerosas en Brasil. Foto: EFE
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La Alcaldía de Sao Paulo pondrá en marcha un dispositivo especial a propósito de la previsible llegada a esta ciudad de unos 70 000 argentinos atraídos por el partido de octavos de final el próximo martes, 1 de julio, frente a Suiza.
Las autoridades reforzarán la seguridad en los alrededores del estadio Itaquerao y el espacio de concentración de los hinchas, como ya ocurrió en la visita de la Albiceleste a Río de Janeiro, Belo Horizonte y Porto Alegre, donde se registraron contados hechos aislados de altercados.
“La Policía Militar cree que lo que ocurrió en otras ciudades fueron hechos aislados. No considera que tendremos mayores problemas y no habrá necesidad de un operación muy incisiva al respecto”, afirmó el secretario de Relaciones Internacionales de la Alcaldía de Sao Paulo, Leonardo Barchini.
El cónsul de Argentina en Sao Paulo, Agustín Molina Arrambarri, dijo que el Gobierno brasileño, en colaboración con el argentino, ya empleó medidas preventivas para evitar desmanes.
Según cálculos preliminares de la FIFA, sólo 10 000 argentinos llegarán con entradas al estadio Arena Corinthians, también conocido como Itaquerao.
La Alcaldía de Sao Paulo recomendó a los hinchas que no tienen entrada que no acudan a los alrededores del estadio ya que no serán habilitadas pantallas gigantes para seguir el encuentro
A diferencia de los primeros tres partidos del grupo, donde los simpatizantes albicelestes tenían compradas gran parte de las entradas, para el partido de este martes la mayor parte de los compradores fueron hinchas locales.
Con la intención de hacer sentir realmente visitantes al equipo albiceleste en Brasil, en las redes sociales se alientan campañas para no vender entradas a sus hinchas y asistir al estadio con la camiseta verdeamarela.
Además del estadio, la Fan Fest, con capacidad para 25 000 personas, y el bohemio barrio de Vila Madalena se han convertido desde el inicio del Mundial en el punto de encuentro de decenas de miles de hinchas extranjeros.
Ante la congestión en los últimos encuentros, la Alcaldía de Sao Paulo recomendó enérgicamente que los aficionaos argentinos acudan también a otros puntos de la ciudad para celebrar el partido con el fin de evitar grandes aglomeraciones.
“El barrio ya está congestionado de por sí. En cada partido que tiene lugar en la ciudad tenemos una sobrecarga de personas por encima de su capacidad”, comentó el asesor del Comité Sao Paulo Copa, Oswaldo Napoleo.
El Gobierno municipal también informó de que se han habilitado dos zonas para el aparcamiento de caravanas: una en el Sambódromo, localizado en la zona norte de la ciudad, y otra en el autódromo de Interlagos, en la zona sur de la capital paulista.
Según el cónsul de Argentina en Sao Paulo, está prevista la llegada de menos de 100 caravanas.