El Alcalde dio la partida y llegó sonriente

Una taza de café con pan integral, plátano, mermelada y mucha agua. Ese fue el desayuno de ayer del alcalde Augusto Barrera. Él se levantó temprano para participar por séptima vez, según recordó, en la edición 50 de la Quito-Últimas 15K. A las 07:20, el auto negro que lo moviliza todos los días se estacionó afuera del departamento del Alcalde, en la calle Cochapata, en el norte de la urbe. Barrera apareció sonriente a las 07:45. Vestía la camiseta blanca de la carrera con el número 14 009, una licra negra, unas zapatillas de planta alta de filos azules y una chompa roja.Saludó con cordialidad y contó cómo fue su preparación. “Me entrené de forma irregular. La semana anterior estuve agripado y afónico. Voy a correr con la indumentaria adecuada. Ya con cierta edad encima hay que cuidar todo el cuerpo”, bromeó Barrera. Por su experiencia como participante en este tipo de competencias, también se alimentó de forma especial desde un día antes; por eso cenó fideo. “La pasta, como carbohidrato, y la hidratación son fundamentales”. Además se guió con un plan de entrenamiento. Lo hacía corriendo tres días a la semana. El primer día fue entre 10 y 12 kilómetros, el siguiente afinaba la técnica mediante piques y el último se acondicionaba a los 8 kilómetros. Hace tres meses compró las zapatillas adecuadas para correr. Lo hizo pensando en la participación especial de la carrera. A las 08:25 llegó a las instalaciones de Grupo EL COMERCIO, en el sur. Ingresó por la puerta grande para los invitados. Estuvo acompañado de dos guardaespaldas.Allí saludó a los organizadores, periodistas y algunos deportistas que lo identificaban. Utilizó una gorra blanca y gafas. En un espacio verde empezó a hacer ejercicios de estiramiento. Llevando las manos en la cintura y las piernas abiertas movía el cuerpo de un lado para el otro. Muy cerca de Barrera trotaban a paso lento los atletas de élite. La rutina de calentamiento fue suspendida por algunos minutos debido a que un equipo de periodistas de televisión le solicitó una entrevista, la segunda del día.A las 08:35, trotaba entre los árboles dispersos en el área verde. Minutos después, caminó y se dirigió al pelotón de los atletas que partieron de la avenida Maldonado. Se ubicó en primera línea, en el punto de partida.Cantó con fervor el Himno a Quito y dio el disparo. Los espectadores que coparon las veredas aplaudían y gritaba “¡Viva Quito!”. Barrera salió a paso moderado confundido entre los atletas que se desplazaban por los seis carriles.Antes de llegar a la Villa Flora los curiosos aplaudían el paso de los deportistas. Una mujer de pelo cenizo gritaba: “¡Está bien que corra por la ciudad!”. Otro atleta que iba unos pasos atrás ponía un ambiente de alegría. “Yo pensé que no le iban a reconocer”.En la av. Rodrigo de Chávez, el Alcalde mostró más despliegue físico. Aceleró el paso y con ello exigió más esfuerzo a sus guardaespaldas. En el ascenso de la 5 de Junio aceleró y empezó a escalar posiciones. Más adelante, en el Centro Histórico, pasó en medio de aplausos y se refrescó bebiendo sorbos de agua.A pesar de que le faltó tiempo para entrenarse, Barrera registró un tiempo de 01:18:23. Entró al estadio Olímpico entre cientos de atletas y levantó sus brazos. Sonreía. Cumplió, una vez más, su reto: llegar a la meta de la 15K.

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