Se acabó el caos. Fue posible vivir la fiesta del fútbol de eliminatorias bien cómodos y con seguridad.
El control que ejerció el Municipio de Quito en el partido entre Ecuador y Bolivia, anteayer, permitió que los aficionados disfruten del partido en la comodidad de los 45 centímetros de las gradas en todas las localidades.
La vigencia de la Ordenanza de Regulación y Control de escenarios deportivos permitió que el Cabildo regule la venta de boletos y norme la ubicación de los hinchas en cada puesto.
Además, el personal de seguridad y del Municipio controlaron que el público no se siente en las gradas de evacuación.
Los policías metropolitanos estuvieron distribuidos en todas las localidades. Ellos guiaron al público a cada asiento.
No fue necesario que el hincha llegara con ocho o nueve horas de anticipación como ocurría antes de que existiera el control en este tipo de partidos de la Selección catalogados de alta convocatoria.
Esta vez, la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF) registró 32 213 boletos vendidos. En total, fueron 5 415 boletos menos de lo que contabilizó el Municipio capitalino de la programación de junio pasado cuando Ecuador jugó contra Colombia y el estadio lució abarrotado en los graderíos.
Luis Chiriboga, presidente de la FEF, calculó la perdida de USD 150 000. Sin embargo, el balance del Municipio fue positivo.
“Estamos satisfechos y contentos porque se demostró que sí puede haber orden y seguridad. Hubo un cambio de actitud de la gente”, manifestó el concejal Fabricio Villamar.
Las nuevas reglas dejaron conformes a los asistentes. Juan Alvarado, aficionado, felicitó la iniciativa municipal. “Nunca pensé que era posible llegar con 30 minutos de anticipación a un partido, sin soportar las filas largas”.
El aficionado llegó al Atahualpa a las 15:50 y el partido empezó a la 16:00. Antes, sin la ordenanza, eso era imposible. Alvarado no tuvo problemas para encontrar su asiento. También pudo desplazarse con tranquilidad a los servicios higiénicos porque las gradas de acceso estuvieron despejadas.
Catherine Rivas, otra seguidora, se mostró emocionada por la implementación de la normativa. Ella llegó con su esposo y su hijo de cinco años. “Parece que estamos en otro país, ya solo falta que retiren la malla que separa al público de la cancha”, manifestó entre risas la hincha.
La organización
La Asociación d e Fútbol No Amateur de Pichincha (AFNA) tuvo un balance positivo de la jornada, según Galo Barreto. Hubo control a la reventa de entradas.
Uno de los temas pendientes que se deberá resolver, según AFNA, es la ubicación de los vehículos y la infraestructura que son parte de las unidades móviles de los canales de televisión.