Ahmad Ahmad, cuestionado presidente de la Confederación Africana de Fútbol aspira a la reelección

El presidente de la CAF, Ahmad Ahmad (primero por la izquierda), junto a Idriss Akki, director general de Lagardere, y Hany Abou Rida, presidente de la Federación egipcia; durante su peregrinación a La Meca en 2019.    Foto: HAR

El presidente de la CAF, Ahmad Ahmad (primero por la izquierda), junto a Idriss Akki, director general de Lagardere, y Hany Abou Rida, presidente de la Federación egipcia; durante su peregrinación a La Meca en 2019. Foto: HAR

El presidente de la CAF, Ahmad Ahmad (primero por la izquierda), junto a Idriss Akki, director general de Lagardere, y Hany Abou Rida, presidente de la Federación egipcia; durante su peregrinación a La Meca en 2019.
Foto: HAR

El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, decía recientemente durante su último Congreso, de haber limpiado el buen nombre de la institución helvética desde que asumiera el mandato en 2016 y de reiterar el firme compromiso que tienen de excluir a dirigentes corruptos del balompié mundial: "No permitiremos que la corrupción destruya el fútbol. Lo hemos desarraigado de la FIFA. Hoy estoy más decidido que nunca a eliminarlo por completo del mundo del fútbol”, dijo.

Sin embargo, Ahmad Ahmad, presidente de la Confederación Africana (CAF), cuestionado en su administración, preparaba secretamente su candidatura a la reelección del cargo que ostenta desde 2017.

El dirigente malgache, que también es vicepresidente de la FIFA y miembro de su Consejo ejecutivo, oficializó hace un par de semanas su candidatura.
Ahmad registra una amplia lista de denuncias e investigaciones por supuestos delitos de corrupción que acumula en los casi cuatro años que lleva al frente de la confederación con mayor número de afiliados del planeta.

46 de los 54 presidentes de las federaciones miembros de la CAF le mostraron hace una semana su apoyo incondicional a través de una carta en la que le pedían que se presentara a un segundo mandato en las elecciones que tendrán lugar el 12 de marzo del año que viene en Rabat (Marruecos).

Al hombre que derrocó al camerunés Issa Hayatou tras 29 años de gobierno sobre el fútbol de Africa no parece preocuparle en demasía que la FIFA no lo haya absuelto aún de los cargos que se le imputan, uno de los cuales, su participación en la millonaria compra de material deportivo (por valor de más de USD cuatro millones) a una diminuta empresa francesa, Tactical Steel, le llevó a pisar los calabozos de una comisaría parisina el pasado año, mientras asistía en la capital francesa al Congreso anual de la FIFA.

Entre tanto, la Comisión de Ética de la FIFA, responsable de investigar las posibles vulneraciones del código de conducta por parte del expresidente de la Federación de Madagascar, no se ha pronunciado hasta la fecha respecto a las numerosas denuncias por supuesta corrupción y malversación de fondos presentadas contra Ahmad y sus hombres de confianza.

La propia FIFA tampoco ha querido desvelar a día de hoy los resultados de la misión encomendada a su secretaria general, la senegalesa Fatma Samoura, de supervisar durante seis meses las cuentas del fútbol africano y que la CAF se negó a extender, contrariamente al deseo de Zurich, luego de que la empresa británica PricewaterhouseCoopers (PwC) elaborara una auditoría independiente, a petición de la mano derecha de Infantino, y que resultó ser demoledora para los intereses de un Ahmad actualmente aislado en El Cairo tras dar positivo por covid-19.

La filtración del citado informe evidenció que la CAF es una institución carente de un sistema administrativo y financiero como tal, y que adolece de las mínimas normas de transparencia e integridad requeridos para un organismo de su magnitud. PwC también detectó una enorme cantidad de infracciones financieras y administrativas, así como el gasto sin justificar adecuadamente de algunos millones de dólares.

La FIFA tampoco ha dado a conocer los resultados de sus investigaciones sobre las denuncias por abuso de poder interpuestas el pasado año contra Ahmad por el ex secretario general de la CAF, Amr Fahmy, y su ex director financiero, Mohamed El Sherei.

Ambos altos cargos fueron despedidos a los pocos días de conocerse que se habían puesto en contacto con la Comisión de Ética en Zúrich para hacer constar una serie de violaciones financieras y de comportamiento por parte del presidente de CAF. Entre las más graves, acosar sexualmente a cuatro empleadas de su organización, cobrar por partida triple las dietas del Mundial de Rusia (una de la FIFA y las otras dos de la CAF) o no reembolsar los USD 100.000 que sacó de una de las cuentas de la Confederación Africana para realizar un viaje personal de peregrinación a la Meca con 18 personas, entre amigos y algunos miembros de su Comité Ejecutivo.

¿La FIFA puede impedir que se presente como candidato? Esto puede pasar solo en caso que la Comisión de Ética presente un dictamen de que Ahmad Ahmad ha violado varios códigos de conducta. El listado definitivo de candidatos no se dará a conocer hasta el próximo 12 de enero de 2021.

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