En la foto, Adrián Sornoza entrenando en la Concentración Deportiva de Pichincha. Foto: Alfredo Lagla / EL COMERCIO
Las sesiones de recuperación llegaron a ser un calvario necesario para el atleta ecuatoriano Adrián Sornoza, que en mayo se lesionó el tendón rotuliano de la pierna derecha.
En plena prueba se desplomó y muchos apostaron que no volvería a competir en una disciplina compleja como el salto triple, en la que los músculos y las articulaciones de las piernas se ponen al límite.
Una operación de rodilla y cinco meses de rehabilitación después, el manabita volvió a entrenar y casi ha recuperado el nivel que lo llevó a los Juegos Olímpicos de Londres 2012.
El portovejense, que de niño soñaba con ser el goleador del Barcelona, reencontró la alegría por las prácticas.
Pero unos meses atrás, al no soportar más el sufrimiento de la rehabilitación, pensó en dejar definitivamente el deporte.
El atleta de 22 años que aspiraba a triunfar como futbolista realizó su rehabilitación con los mismos profesionales que trabajan en el primer equipo de fútbol de Liga de Quito.
Por la gravedad de su lesión las consultas de fisioterapia llegaron a ser tan dolorosas que lloró, varias veces, recostado sobre las camillas.
Después de la operación debía recuperar la fuerza y la flexibilidad de los músculos, las articulaciones y los tendones, pues esa era la única oportunidad que tenía para volver a practicar el salto triple.
Fueron semanas dolorosas, pero necesarias, en las que también realizó ejercicios de fortalecimiento en la piscina.
Una vez consolidado en la parte física, también acudió con un psicólogo porque sintió temor de lesionarse otra vez en las pistas. Las charlas con ese especialista le permitieron recuperar la confianza.
Para volver al alto rendimiento deportivo, el fornido atleta de 71 kilos cambió su manera de saltar y ahora despega con la pierna izquierda.
El objetivo de esta modalidad es alcanzar la mayor distancia, después de tres largos saltos consecutivos. La medición se hace desde que el pie deja la pica, o tabla de despegue, hasta la última huella que deja el atleta sobre el foso de arena. Es un triple salto que pone al límite los músculos y las articulaciones.
El atleta que lleva seis tatuajes en el cuerpo realizó un chequeo para evaluar sus progresos, hace dos semanas, y los resultados sorprendieron a todos. Luis Small, el entrenador que lo motivó a entrenarse en esta disciplina, asegura que ya está a un 95% de alcanzar las marcas que lo clasificaron a Londres 2012. Eso los motiva a soñar con nuevos logros en las próximas temporadas.
El atleta de 22 años, que se entrenará pasará entrenándose en Quito hasta finales de año, es también un apasionado del fútbol. En su adolescencia también jugó de delantero y llegó a entrenarse en la Sub 16 de la Liga de Portoviejo.
En aquel entonces, por más empeño que ponía, sus resultados en las pruebas de fondo no eran sobresalientes. Entonces el entrenador cubano se dio cuenta que tenía explosividad y fuerza, dos cualidades para los saltos. El cambio de disciplina fue una gran decisión.
El saltador que se emociona con los goles del Barcelona llegó a los Juegos Nacionales del 2008 con pocos meses de práctica y se llevó el primer lugar.
Esa victoria, con 15,90 metros, lo catapultó a la cúspide de su especialidad a escala local.
En el 2009 se consolidó al adueñarse del récord nacional, de la categoría Menores, con los 16,04 metros que registró en Sucre, Bolivia.
Para el 2012, cuando consiguió la marca para Londres 2012, saltó 16,89 metros. Tenía 19 años y ya había cumplido el sueño de llegar a los Juegos Olímpicos. Sin embargo, su ascenso se frustró tras la lesión que casi lo deja fuera del deporte de alta competencia.
Para la temporada 2015, en la que aspira a no sufrir lesiones graves, quiere adueñarse del récord nacional absoluto de la especialidad que lo mantiene Hugo Chila, con 17,03 metros, desde el 2009.
Entre sus retos estarán los Juegos Panamericanos de Toronto 2015 y el Sudamericano de Atletismo. En esos y otros eventos quiere consolidarse para también intentar la marca que lo lleve a buscar su revancha olímpica, con un cupo en la cita de Río 2016.
Sornoza, que además es “medio primo” del futbolista Júnior Sornoza del Independiente del Valle, se sintió frustrado después de Londres 2012.
El exdelantero quedó penúltimo de su grupo, con un salto de 16,04 metros, muy por debajo de lo que llegó a saltar en Quito para lograr su clasificación. Aunque le complace haber llegado a los JJ.OO., su actuación no lo dejó contento por lo que buscará un mejor desempeño en Brasil.
Cuando no se está entrenando, el manabita que adora los tatuajes se distrae con los videojuegos, sobre todo con el Pro Evolution 2014, un simulador de fútbol en el que prefiere jugar con el PSG.
En su poderosa oncena de fútbol militan Lionel Messi, Cristiano Ronaldo, Damián Díaz, entre otros cracks.
El saltador puede pasarse hasta la madrugada, los fines de semana, probándose en su consola de juegos.
Biografía
Tiene 22 años y es oriundo de Portoviejo, Manabí.
Trayectoria
En la adolescencia practicó fútbol y también pruebas de fondo, hasta que se decidió por el salto triple. Tiene el récord de Menores en su especialidad. En el 2012 representó al país en los Juegos Olímpicos.