Una mujer enferma de flujo de sangre, desde hacía 12 años, se abrió paso entre la multitud que seguía a Jesús, se acercó por detrás y tocó el borde de su manto… Esta historia relatada en el evangelio de Mateo y que termina en una sanidad, parece repetirse en cada uno de los viajes que el Papa Francisco realiza fuera del Vaticano.
Millones de hombres y mujeres actualmente buscan un lugar para escucharlo y, como aquella mujer aquejada por la enfermedad, esperan su milagro.
La última cita del cardenal Jorge Mario Bergolio, en el parque Rizal de Manila (Filipinas), pudiera pasar a la historia como el acto más numeroso de todos los papas. Entre 6 y 7 millones de personas acudieron a este encuentro el pasado 18 de enero, según las autoridades de Filipinas.
Cuando fue elegido, en marzo del 2013, poco se conocía de este jesuita argentino de 78 años, actualmente ha revolucionado a la iglesia Católica y ha visitado siete países, en los que se evidencia su marcada popularidad.
Este año se espera que esté en Ecuador, Paraguay y Bolivia, aunque aún no se confirman las fechas.
Convertido por vocación propia en el papa de los pobres ha logrado llegar al corazón de multitud de creyentes con su carisma y sencillez. En uno de sus discursos dijo: “También el papa tiene muchos pecados, pero cuando nos damos cuenta de ese pecado encontramos la misericordia de Dios. Dios siempre perdona”.
Ha repetido varias veces que no quiere fieles ni curas “con cara de pepinillo en vinagre”, de ahí que su única exhortación apostólica lleve por título: La alegría del evangelio.
Con una humildad que desarma y con chistes e ironías ha logrado acercar el mensaje del evangelio a todo el mundo. “Rece por mí, pero a favor ¿eh?, no en contra” es una de sus bromas preferidas. Apegado siempre a sus principios de austeridad, el papa ha buscado emular el ejemplo de Jesús de estar siempre cerca de la gente y rechazar cualquier tipo de idealización. Dice de sí mismo que es “un hombre que ríe, llora, duerme tranquilo y que como todos tiene amigos…”.
En sus exhortaciones no olvida a los niños y jóvenes: “No os dejéis robar la esperanza” les ha espetado en varias ocasiones. La esperanza es una palabra clave del vocabulario de Francisco y es una virtud que reivindica con frecuencia.
Se tomó un ‘selfie’ con un grupo de jóvenes en la Basílica de San Pedro; donó una moto Harley Davidson para beneficio de un albergue. En los últimos días permitió a las madres amantar a sus bebés en la Capilla Sixtina aduciendo que era prioridad el bienestar de los infantes.
El papa Francisco saluda a los fieles católicos durante su audiencia general en el aula Pablo VI en el Vaticano este miércoles, 21 de enero de 2015. Foto: EFE / Osservatore Romano / Handout
Francisco, además, de desatar una ola de ilusión entre los feligreses también se ha ganado enemigos, principalmente, entre los católicos ultraconservadores, que le responsabilizan por desacralizan la figura del Pontífice y hablar en contra del capitalismo, así también ha pedido balance en temas polémicos como el matrimonio gay.
Ha puesto orden en las finanzas de la Santa Sede. También creó una comisión especial para conocer la situación del IOR (el Banco Vaticano); armó una segunda comisión para controlar los contratos y así evitar la corrupción en el Vaticano; ha renovado completamente la comisión de control del IOR y designó un súper ministerio de Economía vaticano para supervisar las cuentas.
La historia del papa es interminable, pero con sus característicos zapatos negros desgastados se espera que llegue al Ecuador este año para encontrarse con los fieles, que al igual que esa mujer del flujo de sangre, seguramente se abrirán paso para escucharlo y a lo mejor alcancen su milagro.