La pensión máxima de los jubilados del Instituto Ecuatoriano de Seguridad Social (IESS), que han aportado 40 años o más creció 70% en los últimos siete años.
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Esta renta mensual se ubicó en USD 1 870 en el 2014, es decir, 5,5 veces más que el salario básico de un trabajador general, que fue de USD 340 (ver las cifras en los cuadros).
La pensión mínima, para quienes hayan aportado 40 años o más, también creció en igual proporción, al pasar de USD 200, en el 2008 a USD 340 en el 2014.
El cálculo de la pensión que recibe un jubilado del IESS depende del tiempo de aportación y del monto de aporte que efectuó cuando era afiliado activo. Hasta el cierre del año pasado, el Seguro registró 432 780 pensionistas (por vejez, invalidez, montepío y discapacidad), mientras que en el 2008 eran 252491. Esto significa que crecieron un 71,4% en siete años.
Hasta el 2010, el alza a la pensión de jubilación se calculaba con base en la inflación. Con ello, los incrementos eran de alrededor del 3% al año. Pero en noviembre de ese año, la Asamblea reformó la Ley de Seguridad Social y dispuso que las jubilaciones se aumenten cada año entre 4,31% y 16,16%, según el monto (a menor pensión mayor aumento).
Un informe interno de la Dirección Actuarial del IESS, presentado en agosto pasado a las cámaras de la producción, advierte que este incremento afecta “seriamente” a la sostenibilidad del Fondo de Pensiones con el que se pagan las rentas. Esta cuenta se nutre con los aportes de los afiliados, que sumaron 2,9 millones hasta 2014 y con el 40% de contribución estatal. Bajo este esquema se han venido pagando las rentas, pero ahora a través de una reforma a la ley, se quiere reemplazar el texto en el que explícitamente dice que el Estado aporta con ese 40% por uno general.
Dicho informe sugiere subir el aporte del afiliado del 9,7% al 12,7% para sostener ese incremento.
Víctor Hugo Villacrés, presidente del Directorio del IESS, dijo el lunes pasado, que este organismo solicitó unos ajustes a este documento, que deben presentarse hasta abril. “No puedo decir si esto es un problema o no. Hay que esperar los estudios”, insistió.
Pero lo que sí es una realidad es que al término del año pasado, el Seguro desembolsó USD 2452 millones, por lo que para sostener este nivel de egreso con los consecuentes aumentos anuales a futuro deberán estar garantizados con los aportes y con la transferencia de los recursos estatales.
Ya en marzo del 2013, un estudio interno actuarial del IESS señaló que el aumento aprobado “no tiene sustento técnico” y elevaría el déficit actuarial en el Fondo de Pensiones a USD 11 224 millones en el año 2050.
El déficit actuarial significa que el IESS no tendrá dinero suficiente en el futuro para pagar las pensiones de sus asegurados, pues sus gastos serán mayores que sus ingresos.
Para cubrir este déficit o faltante de dinero, el IESS necesitaría recursos equivalentes a los ingresos petroleros del Fisco de dos años y medio.
Ese informe, avalado por la consultora Actuaria, sugería eliminar esta reforma.