El proyecto Parques de Galicia plantea casas de tres pisos con tres dormitorios. Se incluye domótica y se prioriza las áreas verdes. El sistema de construcción es industrial. Foto: Cortesía PMJ Arquitectos
La vivienda de interés público (VIP) es aquella que está destinada a familias de ingresos medios. Está en un rango de USD 70 000 a 90 000. La normativa expedida por laJunta de Política y Regulación Monetaria y Financiera no limita los metros totales de construcción ni los espacios mínimos de la casa en esta categoría.
El arquitecto Joan Proaño, gerente general de Proaño Proaño Constructora, explica que, si bien no se establecen metros mínimos para las casas tipo VIP, se determina que el precio por metro cuadrado debe ser máximo de USD 980.
Una de las condiciones en este nuevo esquema es que ese precio por m² debe incluir todas las unidades por las que esté compuesta la vivienda, es decir se deben incluir parqueaderos, patios, bodegas y otro espacio que esté dentro de la propiedad horizontal.
Las áreas comunales son claves en estas viviendas. Foto: Cortesía PMJ Arquitectos
Eso, para el arquitecto, es positivo porque al no establecer metros mínimos da libertad al constructor para proponer arquitectónicamente lo que sea más factible para el proyecto e interesante para los usuarios.
Para Proaño, es clave establecer el nicho de mercado al que va destinado el proyecto y según eso determinar los espacios y acabados. El reto está en ofrecer calidad en la construcción que se ajuste a los precios. Por ejemplo, si el nicho son parejas jóvenes con hijos, las viviendas se plantean con tres dormitorios y dos baños. Las casas de dos pisos, por ejemplo, se construyen con proyección para un tercero.
La luz natural es una prioridad en todos los ambientes. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
Si se trata de un nicho de adultos mayores, en cambio, los espacios ya no requieren ser extensos y se diseñan viviendas de dos dormitorios con un baño y medio. Asimismo, se analiza si las personas buscan más espacio en la vivienda o más áreas verdes y comunales, o si lo principal son mejores acabados.
Para acceder a este tipo de casas, generalmente, se procede de la siguiente manera: una familia puede acceder a su vivienda propia con el 5% de entrada y 95% con financiamiento. Si se trata de una casa de USD 70 000, por ejemplo, tiene que entregar una cuota inicial de cerca de USD 3 500. El plazo mínimo del crédito es de 20 años o máximo de 25. Otra de las condiciones, explica Proaño, son los ingresos máximos consolidados de los deudores que deben ser de USD 2 500.
Las casas de Sirah son construidas con muros autoportantes de hormigón armado. Foto: Cortesía Proaño Proaño Constructora
Para el arquitecto Pedro Moreno, gerente general de PMJ Arquitectos, la calidad es clave ya que el propósito es brindar un producto que se ajuste a las necesidades de cada familia. Por eso, los especialistas dedican tiempo a la distribución de los espacios para que sean funcionales, tengan ventilación e iluminación natural. Las áreas verdes y comunales también están en la lista de prioridades.
Moreno indica que la diferencia entre casas de distinto costo radica en pequeños detalles en los acabados y dimensiones, pues el diseño y distribución es el mismo. Por ejemplo, en una vivienda se puede optar por piso flotante en la planta baja y cerámicas en los baños; mientras que en otra por porcelanato.
El tipo de acabados determina el precio de las casas. Foto: Galo Paguay / EL COMERCIO
El sistema constructivo queda a consideración de los constructores. Moreno indica que prefiere un sistema industrial de mampostería estructural. Tiene el cableado subterráneo y las casas cuentan con ingreso automático. Añade que lo de interés público no es sinónimo de menor calidad.