Tamandúa fue construida con técnicas kichwas

Una chimenea de piedra fue construida en un espacio de la hostería para reuniones.

Una chimenea de piedra fue construida en un espacio de la hostería para reuniones.

Los tablones de madera fueron utilizados en el mirador con vista al área protegida. Fotos: Fabián Maisanche

El pambil, la caña guadúa y la paja toquilla fueron utilizados para construir la Hostería Tamandúa, ubicada a 40 kilómetros del centro de la ciudad de Pastaza. Las tres cabañas, restaurante, tienda de artesanías, mirador, baños y zona de avistamiento de aves se encuentran en la cima de un cerro y están rodeadas por un bosque y cascadas.

La hostería fue edificada como parte del laboratorio natural del Centro de Rescate Animal Yanacocha, con base en técnicas ancestrales de la nacionalidad Kichwa, en el 2012.

Un grupo de indígenas pertenecientes a la comunidad Shamasunchi ayudó a los propietarios a construir las habitaciones con amplios ambientes y con suficiente ventilación.

Una chimenea de piedra fue construida en un espacio de la hostería para reuniones.

Para eso, edificaron estructuras cuadradas y ovaladas con piso de tablones de madera. Las habitaciones se levantan sobre pequeños pilares de 50 cm, aproximadamente, con el objetivo de proteger a los huéspedes del agua, de los reptiles y de insectos.

Las paredes de las habitaciones kichwas fueron revestidas con maderos de chonta. El material es resiste al ambiente húmedo y lluvioso de la Amazonía. También utilizaron maderas de chonta, pigui y caña guadúa para el piso de los cuartos y el restaurante.
Los techos de las cabañas tienen hojas de palma de locata o de palma real y paja toquilla y lizan. Estas fibras naturales fueron entrelazadas para evitar que el agua pase a las habitaciones. Las hojas de las plantas fueron tratadas con hierbas nativas para cambiar su color: pasaron de verde a negro.

El objetivo es que se pueda tejer con facilidad en el momento de cruzar y doblar cada hoja. El entrelazamiento evita filtraciones de agua y las vuelve impermeables. En otras construcciones utilizaron planchas de zinc en el techo.

Una choza kichwa con el piso de caña guadúa es parte de los miradores de la hostería.

Jorge Flores, gerente de Tamandúa, indicó que también combinaron vidrio con madera en las habitaciones kichwas. Los utilizaron para hacer variedad de ventanas.
Los grandes ventanales permiten, precisamente, observar una parte del bosque nativo del Parque Nacional Llanganates y el volcán Antisana.

Además, se colocaron hamacas y sillones con diferentes texturas en los pasadizos de las habitaciones. En los baños y zona de reuniones se utilizaron piedras de la zona y se colocaron figuras de madera de monos como lavamanos.

Los sillones, bancos y hamacas son de madera y tienen diferentes estilos.

El agua es reciclada y sirve para regar las pequeñas chacras donde hay papa china, yuca, plantas medicinales y ornamentales.

Flores indicó que como decoración utilizaron pequeños troncos donde sembraron orquídeas y plantas de la zona. Además, ubicaron artesanías como las mokawas y figuras de madera de animales de la zona en los espacios más concurridos y en las habitaciones.

Otro de los atractivos es la puesta en escena de recipientes donde los colibríes pueden alimentarse o tomar agua.

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