Los fregaderos de acero inoxidable se combinan con todos los estilos de decoración. Foto: Cortesía Architectural Trends
Los fregaderos de cocina de acero inoxidable son los más comunes por su fácil mantenimiento y resistencia. Sin embargo, al estar expuestos a grasa, aceite, jabón o restos de comida, se opacan y pierden el brillo.
Para mantenerlos y conservarlos en buen estado es necesario seguir una serie de consejos. Sofía Lovato, de FV Grifería, explica que es importante realizar una limpieza constante para evitar manchas y que la pieza se percuda. Ese mantenimiento consiste en limpiarlo al final del día, retirando resto de alimentos, por ejemplo.
Estos elementos vienen en diferentes tamaños, para acoplarse al estilo de cualquier cocina. Foto: Cortesía Architectural Trends
Para recuperar el brillo de este elemento, básico en cualquier cocina, necesita una esponja o paño suave, jabón líquido, cepillo de dientes, aceite para bebé y servilletas o papel toalla.
El primer paso consiste en limpiar la superficie con la esponja o paño y un poco de jabón líquido. Luego, limpie los bordes y canales del fregadero con un cepillo de dientes y jabón. Enjuague bien para evitar que los restos de jabón se sequen y generen manchas.
Seleccione un paño suave para iniciar el proceso de limpieza. Foto: Vicente Costales/ CONSTRUIR
Ahora, aplique unas gotas de aceite para bebé en una servilleta o papel toalla y frote por toda la superficie. Así recuperará el brillo del material. Después, limpie la parte interna y el sifón, y seque bien.
Verifique que el cepillo sea de cerdas suaves. Foto: Vicente Costales/ CONSTRUIR
Finalmente, Lovato sugiere evitar dejar por mucho tiempo restos de comida o líquidos corrosivos ya que generarán manchas difíciles de remover. Asimismo, evite ollas o utensilios extremadamente calientes para mantener intacta la superficie.
Este paso es fundamental para garantizar el brillo original. Foto: Vicente Costales/ CONSTRUIR