En esta piscina colocaron vidrio templado para disfrutar de la vista. Tiene un metro de profundidad. Fotos: Vicente Costales/ CONSTRUIR
Como un recurso estético–funcional que añade valor a una residencia. Así están consideradas las piscinas recreativas.
Sus tamaños y revestimientos dependen de los gustos y necesidades de los usuarios. Sin embargo, la tendencia actual consiste en colocar cerámica en forma de mosaicos de 3 x 3 o 5 x 5 cm o en formato de 30 x 30 cm, en gamas de verde o azul para simular la apariencia del agua en los océanos.
Los mosaicos y esos tonos son los preferidos por el arquitecto Edwin Oleas porque así el agua luce cristalina todo el tiempo. Un efecto contrario se consigue con el uso de colores oscuros. “El agua parece turbia y ese no es el objetivo”.
Construir una piscina toma hasta tres meses, según el arquitecto Pedro Ordóñez. Este especialista, junto a su padre, diseñaron una piscina en un penthouse ubicado en Tumbaco, una parroquia a 14 kilómetros de Quito y con la temperatura ideal para disfrutar del agua al aire libre.
Los mosaicos y las cerámicas de gran formato lideran la lista de revestimientos.
La mayoría de las piscinas, cuentan los especialistas, utiliza un sistema de calentamiento solar, que se complementa con electricidad en casos estrictamente necesarios.
La temperatura ideal del agua de una piscina es de 29°C y en lugares como Cumbayá y Tumbaco el agua alcanza los 32-34°C. En invierno llega a los 26°C y es en ese caso cuando se activa el sistema eléctrico. “Se trata de un sistema eficiente, amigable como el ambiente”.
Para construir una piscina de 12 x 5 metros se requiere de un presupuesto aproximado de USD 20 000 y de 75 metros cúbicos de agua, que recircula y se filtra constantemente.
Sobre el proceso de construcción, Oleas explica que poseen una estructura de hormigón armado. Esa es la forma convencional, sin embargo, poco a poco aparecen sistemas innovadores de revestimientos, por ejemplo.
Uno de los más conocidos se llama Liner para piscina, un tipo de material compuesto por PVC reforzado. Es muy flexible, económico y se lo puede sustituir cuando se deteriora.
Los expertos explican que tras retirar la tierra el proceso de fundición de la caja se cumple en un solo paso para evitar juntas y, posteriormente, fugas de agua.
Para cumplir con ese objetivo también es importante contar con la asistencia de varios especialistas, pues además del arquitecto se requiere de un ingeniero sanitario para que calcule los volúmenes de agua y cantidad de paneles solares, el ingeniero eléctrico estará a cargo del cálculo de las bombas y motores; mientras que el ingeniero civil realizará el cálculo estructural. La presencia de este último es fundamental cuando se trata de piscinas en terrazas.
Esta piscina está junto al porche y tiene cerca un cuarto de baño y el área BBQ.
“Las columnas de todo un edificio soportan el peso del agua”, cuenta Ordóñez, que incluyó tres láminas de vidrio laminado de 1 centímetro en una parte del marco de una piscina.
En el proceso de construcción, normalmente, se ponen dos aditivos: un plastificante para que fluya mejor el encofrado y un impermeabilizante. Aunque el tamaño de las piscinas depende de las necesidades del usuario, una estándar recreativa funcional alcanza los 6 x 4 metros, y el metro y medio de altura. Para complementar el espacio, los arquitectos recomiendan contar con un cuarto de baño, hidromasaje, espacios verdes y área BBQ.