Las camas se personalizan con varios diseños. Fotos: Cortesía Crisa Deco Design y Vicente Costales / EL COMERCIO
A la medida y con características para satisfacer las necesidades de cada usuario. Así es ahora el mobiliario infantil, una tendencia a nivel mundial con gran acogida en el país.
Antes, las repisas u organizadores de juguetes eran inalcanzables para los niños o estos requerían de la ayuda de sus padres para subir a una silla. Ahora, cada complemento está diseñado para facilitar el acceso, con el propósito de promover la independencia entre los más pequeños.
Betsy Herrera, diseñadora gráfica industrial, cuenta que en la actualidad cada niño tiene a su disposición elementos que, además de estar a su alcance, están hechos según su medida y edad.
“Todos los muebles se realizan en función de las medidas antropométricas para que todo esté a su nivel”, comenta.
Los modulares alcanzan los 75 cm de altura.
Para la elaboración de las sillas y mesas, por ejemplo, se toma en cuenta la edad y la talla. Niños de entre 2 y 4 años requerirán de una silla con una altura de 26 centímetros, mientras que un niño cuya edad oscile entre los 5 y 6 años necesitará que el alto de su silla alcance los 32 centímetros.
Este tipo de sillas, con o sin brazos, se fabrican para niños en etapa preescolar -de 3 a 5 años-, sin embargo, también es útil para pequeños que suman dos años.
Ellos ya pueden sentarse solos y por eso este tipo de mobiliario carece de ruedas. A ese recurso se lo utiliza en complementos puntuales como baúles u organizadores de juguetes, zapatos o libros.
Los niños se apoyan en las cajas y avanzan por sus espacios recogiendo el material.
Para la creación de las mesas, apunta Herrera, también se toma en cuenta la estatura de los niños. Para un pequeño que mida en 93 centímetros se sugiere una mesa con una altura de 46 centímetros, mientras que para niños de un metro es ideal una mesa con una altura de 54 centímetros.
Las sillas y las mesas carecen de ruedas.
Con esas medidas se garantiza comodidad. Además, dependiendo del crecimiento de los niños, las sillas y las mesas pueden durar hasta tres años. De acuerdo con los especialistas, se trata de una inversión importante, pues así se evitan dolores musculares por la ausencia de ergonomía.
El amoblado de un cuarto infantil puede alcanzar los USD
1 700; el precio incluye cuna-cama, repisas, organizadores, alfombra, cojines y modulares. Estos últimos alcanzan los 75 centímetros en el caso de los pequeños en etapa preescolar.
Y si se cuenta con un mayor presupuesto es posible incluir un perchero, cajones para guardar la ropa, mesas y sillas o bancos para actividades escolares y lúdicas, y apliques o cuadros para decorar las paredes de la habitación.