Una mujer visita el Pabellón de Verano, una estructura temporal de la arquitecta mexicana Frida Escobedo, en Londres (Reino Unido). Foto: Neil Hall/ EFE
Más de 8 000 kilómetros separan a México del Reino Unido, pero la arquitecta Frida Escobedo consiguió trasladar parte de su tierra al corazón de los londinenses jardines de Kensington, junto a Hyde Park, con el pabellón estival que diseñó en la galería Serpentine.
En la arquitectura mexicana doméstica no faltan los patios internos rodeados de celosía y Escobedo (México, 1979) se basó en ellos para dar forma al espacio que cada verano, desde el año 2000, la galería cede a algún joven arquitecto que nunca antes haya trabajado en el Reino Unido.
Escobedo confesó su “sorpresa” cuando le instaron a hacer una propuesta para ese pabellón, que se ha convertido a lo largo de sus casi dos décadas -18 años- de existencia en un referente de la arquitectura experimental a nivel mundial.
“Al principio no me lo creía. Cuando me confirmaron que mi estudio fue el escogido, la sorpresa se convirtió en reto”, declaró la arquitecta en la presentación del pabellón a los medios.
Esta obra efímera, que se instala de junio a octubre desde hace 18 años, se ha convertido en una de las citas clásicas del verano cultural de la capital británica. Neil Hall/ EFE
Escobedo quería construir algo “fresco” que no repitiera ni se pareciera a ninguna de los otras 17 propuestas y que, al mismo tiempo, “comunicara el espíritu” de los trabajos habituales de su estudio, ‘Frida Escobedo Taller de Arquitectura‘.
Para la arquitecta, uno de los mayores desafíos que presentaba el proyecto era que tenía que ser “específico para los jardines de Kensington“, el lugar que lo alberga durante cuatro meses, pero, a su vez, ajustarse a su siguiente destino, aún desconocido. “Había que lidiar con el hecho de saber dónde va a estar el pabellón primero pero luego desconocer cuál será su localización permanente”, relató.
Para resolver esta “contradicción”, Escobedo y su equipo trabajaron basándose en la línea del meridiano de Greenwich, a partir del cual se miden las longitudes.
Así, el eje pivotante del pabellón se refiere a esta circunferencia imaginaria que fue establecida en 1851 y que se convirtió en “el marcador estándar mundial de tiempo y distancia geográfica“.
Escobedo también quiso integrar el paisaje en la edificación y, por ello, se decantó por la típica celosía mexicana para las paredes, hechas con tejas grises de cemento, que dejan colarse la luz y el verde de los árboles del parque dentro de la estancia, que alberga una cafetería.
“Los materiales que hemos empleado, provenientes de México y el Reino Unido, son sencillos pero utilizados de una manera compleja”, afirmó sobre una de las características más significativas de las propuestas de su estudio, acostumbrado además a trabajar en espacios públicos.
Esta arquitecta mexicana tiene 39 años. Su estudio se llama ‘Frida Escobedo Taller de Arquitectura’. Foto: Neil Hall/ EFE
El tejado del pabellón esta formado por un espejo oscuro curvo y una parte del suelo está ocupada por una piscina de apenas cinco milímetros de profundidad.
Ambas particularidades buscan reflejar la luz del sol que se filtra por la celosía y permitir observar cómo esta cambia a medida que el sol se desplaza por el cielo “para que los visitantes tengan una mayor conciencia del tiempo”, explicó Escobedo.
Cada año este pabellón, de 300 metros cuadrados, encabeza las listas de las exposiciones arquitectónicas más demandas de la capital británica durante la época estival. En los últimos 18 años, arquitectos de la talla de la angloiraquí Zaha Hadid (en el 2000), el japonés Toyo Ito (en 2002), los portugueses Álvaro Siza y Eduardo Soto de Moura (en 2005) o el estadounidense Frank Gehry (en 2008), se han encargado de crear esta espacio. También el brasileño Oscar Niemeyer en el 2003, único latinoamericano antes de Escobedo, que es la arquitecta más joven que ha recibido hasta ahora el encargo y cuyo pabellón podrá visitarse desde el próximo 15 de junio hasta el 7 de octubre.