El vidrio de seguridad es protagonista en las construcciones actuales. Fotos: Cortesía Seteco
El vidrio dejó de estar solo en ventanas y pasó a integrar la lista de materiales de construcción. Ahora se usa en fachadas, para armar puentes, piscinas y hasta escaleras.
El arquitecto Ramiro Llerena, de Seteco, cuenta que hay variedad de vidrios, sin embargo, el de seguridad es el más indicado y utilizado en las edificaciones modernas.
Dentro de esa categoría están el vidrio laminado y el templado. Este último se caracteriza por su gran resistencia, mientras que el laminado, por su capacidad para retener los fragmentos de vidrio después de un fuerte impacto.
Dependiendo del uso, se puede sugerir la colocación de un vidrio templado-laminado. Es ideal, por ejemplo, para la construcción de puentes internos o escaleras, pues en caso de que se rompa, los pedazos quedan atrapados en la lámina. Ese vidrio también se utiliza en joyerías expuestas.
El vidrio templado viene en diferentes espesores. Al más grueso se lo coloca en el piso o en piscinas.
“Cuando lo quiebran y está laminado, es casi imposible que puedan ingresar al local”. Aquello sucede porque la lámina es extremadamente resistente; tiene 0,38 milímetros de espesor y está elaborada con polivinil butiral.
Esta lámina es transparente, pero también llega en colores como el rojo, verde o amarillo, pues además de brindar seguridad fue creada con fines decorativos y por eso al vidrio laminado se lo utiliza para dividir espacios interiores de la casa o en la elaboración de cortinas de baño.
Una particularidad de este recurso es que es posible cortarlo luego de colocar la lámina en medio de los dos vidrios, algo imposible con el templado. Esa acción se realiza sobre vidrio crudo, para evitar que se rompa, cuenta Llerena.
Con el vidrio templado y laminado se hacen gradas y puentes. Es un material resistente y duradero.
Con la fusión de estos dos vidrios más una cámara de aire -de 1 o 2 centímetros- se fabrica el vidrio termoacústico, ideal para controlar el paso del calor y del sonido.
En el caso de centros bancarios, los expertos recurren a varias capas de laminado y templado. Los vidrios llegan con espesores de 4, 6 y 12 centímetros.