Los tonos oscuros son los que más se producen en el país. Fotos: Vicente Costales / EL COMERCIO
La madera se posiciona en las viviendas modernas en todas sus formas y tonalidades. Sin embargo, las oscuras son las que más espacio tienen en el diseño de mobiliario, debido a que son las que más se producen en el Ecuador.
Los tonos claros también entran en la oferta, porque en la actualidad seducen los materiales en su estado natural, con todas sus ‘imperfecciones’. Además, la tendencia ecoamigable ha permitido el desarrollo de nuevos usos de los derivados de la madera para lograr acabados diferentes.
La diseñadora Ángela Hoyos, de Studio Noa, explica que en el medio la madera oscura es la que más se da, por eso la mayoría de muebles que se ofertan tienen estas tonalidades. En países europeos, en cambio, se destacan las maderas en tonos claros.
Señala que todo en cuanto a diseño y decoración está marcado por lo natural y simple.
Antes, el mobiliario hecho con maderas exóticas era el que más llamaba la atención, pero hoy la conciencia ambiental está presente a la hora de escoger mobiliario.
Por eso las maderas que provienen de bosques certificados son las más apetecidas, asimismo los tonos originales, ya sean claros, miel o wengé.
La madera oscura otorga elegancia y calidez en las estancias.
La diseñadora María Fernanda Jácome, de Arista Estudio, coincide en que se mantiene la tendencia de preferir a este material con sus características naturales.
Indica que también toma fuerza el uso de tableros melamínicos, los enchapados de madera o la mezcla de madera con fórmica para crear efectos diferentes y modernos en los muebles, como el marmoleado o texturas abstractas.
Todo ello bajo la idea de optimizar este material natural y ligarse a ideas sustentables.
Las diseñadoras coinciden en que no existe un color específico en tendencia, sino que todo depende del estilo y gusto de las personas, pues ante la variedad de oferta en mobiliario, cualquiera se puede adaptar al estilo y necesidades de las estancias de la vivienda.
Por ejemplo, con los materiales derivados de la madera se pueden crear diferentes acabados con melaminas, que simulan los tonos y vetas de varios tipos de madera con igual calidad y resistencia, y con la posibilidad de tener al alcance cualquier acabado.
La diseñadora Hoyos resalta que se deben optar por maderas certificadas y de calidad, para que el mueble dure.
Este recurso se combina con metal y diferentes textiles.
La madera de seike, por ejemplo, es la más resistente y no es vulnerable a problemas de polillas, que es frecuente en climas cálidos. Asimismo, si son muebles para exterior se deben elegir maderas ideales para la intemperie, que puedan resistir la acumulación de polvo, humedad y sol. Una opción es la de eucalipto.
Si la estancia es reducida y no hay mucha luz, la diseñadora Jácome recomienda evitar muebles en tonos oscuros, ya que reducirán visualmente el espacio; en estos casos las maderas con tonalidades más claras son las ideales para ganar amplitud.
El cuidado y mantenimiento del mueble también es indispensable para conservar su color y acabado. Siempre hay que cuidarlo del sol, ya que la prolongada exposición a los rayos UV afecta a su coloración. La limpieza debe ser constante, pero se debe evitar el uso de agua o demasiado aceite.