El señor de los ladrillos del Carchi
El ladrillo es una arcilla compacta de origen natural cocida al fuego. Antiguamente había ladrillos de tipo mambrón que se fabricaban en hornos artesanales a base de aserrín y a 700 grados centígrados. Pero ahora ya se elaboran con maquinaria especializada. En ese tema, Luis Pantoja es un experto. Desde cuando tenía 12 años se dedica a la labor de fabricar este material que es, aún, muy utilizado en Carchi. Su producción es de 2 000 ladrillos diarios. Un canchón de tierra que tiene una cubierta de zinc sostenida con palos de caña es su fábrica. Se ubica en la vía de regreso de Rumichaca, en Tulcán. Allí se almacenan los ladrillos que ya están listos para la venta y cuya manufactura requiere un proceso que no es complicado, pero sí metódico. Pantoja cuenta que la pasión por los ladrillos es una herencia. Sus papás también se dedicaban a la labor. “Este trabajo implica esfuerzo y dedicación”. Para la preparación se combinan la tierra negra, la arcilla y la arena. Luego se coloca la mezcl