Departamentos con ambientes abiertos e integrados, especialmente en el área social, gustan a solteros y casados. Fotos: cortesías U&S y Estrella Viteri; Vicente Costales y Julio Estrella / Construir.
Entre las propuestas de vivienda actuales existen características específicas para satisfacer las necesidades de las generaciones jóvenes.
Mujeres y hombres solteros o parejas, de entre 25 y 35 años de edad, buscan alternativas inmobiliarias acordes a su estilo de vida. En la lista están ubicación, distribución de espacios interiores y comunitarios, materiales utilizados para la construcción, acabados y diseño interior.
La arquitecta Carolina Bravo asegura que 58 metros cuadrados, el metraje de una suite promedio, sería el área ideal habitable para ese ‘target’.
Entre las ofertas inmobiliarias está el edificio Estrella VIII, donde las suites reúnen algunas de las características que buscan los jóvenes.
Existe un gusto por mobiliario sencillo, con líneas rectas.
Los departamentos diseñados para ese público se diferencian del resto por la distribución de los espacios.
Bravo identifica preferencias por estancias abiertas e integradas, especialmente en las áreas sociales. La sala y el comedor en un solo ambiente se complementan con la cocina, que los jóvenes ahora la prefieren al estilo americano y con desayunador.
Ese proyecto apuesta por independizar el espacio de lavado y secado de la cocina, otra preferencia de los jóvenes. Se logra a través de muebles empotrados dispuestos, por ejemplo, en los corredores para otorgar cierta independencia.
El dormitorio máster, explica la arquitecta, debe ser amplio e iluminado. Además, desde ese o desde el área social hay un favoritismo por disfrutar de una vista agradable hacia el exterior de la vivienda.
Detalles que evocan a la naturaleza se cuelan en la casa.
Sobre el mobiliario, Bravo dice que los jóvenes buscan diseños sencillos. “Lo que menos quieren es llenar el departamento de cosas. Dejan el lugar tal y como se les propone, mientras que los adultos generalmente piden que se añadan muebles en la cocina o los dormitorios”.
Los espacios comunales amigables y funcionales son otra preferencia de ese grupo. La arquitecta Gabriela Álvarez comenta que los jóvenes hacen de esos espacios parte de su propia vivienda.
Esta profesional asegura que el tratamiento de materiales, y de la arquitectura en general, es diferente para la gente joven. “Ellos buscan algo distinto a lo convencional”.
El edificio Aura es una muestra de ello. En esa propuesta inmobiliaria se pensó específicamente en espacios habitables para solteros y parejas.
La edificación recuperó elementos de la antigua construcción que estaba en el sitio.
En cada espacio se destaca un juego de luz y sombras, que evidencian la estética y funcionalidad de materiales como el hormigón, el ladrillo visto y
la madera.
Los colores neutros, como el blanco, le permiten al usuario plasmar su propio estilo.
En la conformación de espacios para los jóvenes, Álvarez menciona la creación a partir de líneas rectas, la ausencia de tiraderas en los muebles, las puertas y techos altos que, entre otros detalles, estilizan las estancias internas y externas.
“Es una forma de hacer que las cosas muestren su propia belleza sin tanta decoración”.
Esta arquitecta propone áreas de circulación cálidas para el joven, con lámparas de diseños innovadores y luz tenue, siempre indirecta.
Otra de las apuestas de la arquitectura que se ha vuelto del agrado de los jóvenes son los departamentos con un toque industrial, donde hay instalaciones eléctricas vistas y materiales sin recubrimientos, sobre todo en el techo y paredes.
Los materiales y las instalaciones vistos son otras preferencias de los jóvenes.
Ejemplo de ese favoritismo es el conjunto San Telmo. El arquitecto Pablo Puente explica que, como en este proyecto, es importante la optimización de tiempo y recursos. Así, se ofrecen viviendas asequibles.
Esa propuesta se caracteriza por contar con paredes de bloque visto, mobiliario con tableros, ladrillo en áreas de circulación y piso de cemento pulido.
Según los profesionales, las opciones van desde los USD 65 000. Hay jóvenes que prefieren vivir en la urbe, cerca del trabajo y amigos, y otros que eligen los valles.