La fuerza de este material sostiene y reviste estructuras

Emilio y Luis López combinaron láminas de acero con muros de hormigón pigmentado. La Casa Rumilahua está cerca del Cotopaxi. Foto: Bicubik

Emilio y Luis López combinaron láminas de acero con muros de hormigón pigmentado. La Casa Rumilahua está cerca del Cotopaxi. Foto: Bicubik

Esta construcción posee una estructura de acero estructural. El proyecto se llama Santana Lofts. Foto: Cortesía SEDEMI

Para levantar edificios y casas, para fabricar elementos constructivos y hasta para desarrollar mobiliario y accesorios decorativos se utiliza el acero en sus diferentes presentaciones.

El acero estructural, por ejemplo, está en edificios, en galpones y en rascacielos construidos en diferentes países del mundo. También en la industrial vial, minera, eléctrica, petrolera y de telecomunicaciones.

Lo utilizan, según el arquitecto Pedro Ordóñez, para reducir el tiempo de construcción y porque se trata de un material más durable, resistente y flexible, importante, por ejemplo, en ciudades propensas a movimientos telúricos. En el sector inmobiliario también lo utilizan porque el montaje de las piezas de acero es más sencillo: se les coloca pernos o suelda.

En Ecuador, el acero se combina con hormigón en las construcciones más modernas. “Es un aliado para el cambio de las metodologías constructivas tradicionales por sistemas más rápidos y de fácil montaje”, cuenta Luis Llumiquinga, de Sedemi.

Emilio y Luis López combinaron láminas de acero con muros de hormigón pigmentado. La Casa Rumilahua está cerca del Cotopaxi. Foto: Bicubik

Y añade que el acero reduce también los costos de los cimientos y que con su uso se logran columnas más pequeñas y hay cierta facilidad para modificar y renovar.

Este especialista también destaca del acero la posibilidad de reutilizarlo, pues las piezas se pueden desmontar y utilizar en otras obras.

El acero -ya sea estructural, corten o inoxidable- llega al país desde Japón, China, Brasil, Estados Unidos. Y en la lista de principales productores de ese material también se destacan Rusia, Turquía, Ucrania, Corea del Sur, Alemania e India. El ingeniero Daniel Gomezjurado cuenta que Brasil es el único país de Sudamérica que exporta ese material.

“En ninguna parte de nuestro país se produce ese acero. Llega la materia prima y aquí la transformamos en cualquier pieza u objetos, desde láminas hasta tanques”.

Este especialista añade que, así como hay variedad de acero también hay diferentes calidades. El que llega de China, por ejemplo, se fabrica con material reciclado y en el caso del acero inoxidable es mejor evitarlo.

El aeropuerto de Quito también tiene acero estructural. Foto: Cortesía SEDEMI

¿La razón? Es muy frágil. El acero de buena calidad permite torsiones y temperaturas elevadas para su transformación. También se lo puede soldar, manteniendo el aspecto inicial de ese material.

Sobre el acero estructural, el ingeniero civil Pablo Espinosa cuenta que está compuesto por hierro y carbono, y distintas aleaciones que incluyen silicio, fósforo, azufre y oxígeno, elementos químicos que lo convierten en el material más idóneo para levantar edificaciones.

Para su conservación, varias empresas optan por galvanizarlo o por aplicarle pintura electroestática.

El acero estructural además puede laminarse económicamente en una variedad de formas y tamaños, manteniendo sus propiedades físicas.

Hay especialistas que ocupan el acero tradicional para, con diferentes procesos, lograr la apariencia del acero corten, un material con gran apogeo en Estados Unidos y países de Europa. De ese material seduce la apariencia –como oxidado- y se lo ocupa, sobre todo, para revestimientos y para elaborar elementos constructivos como gradas, por ejemplo.

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