Los tonos pasteles evocan un estilo vintage. Están en electrodomésticos de gran tamaño, como la refrigeradora y la cocina. Es necesario combinar para equilibrar el espacio. Foto: Big Chill electrodomésticos
Las paredes y el mobiliario dejaron de ser el único ‘lienzo’ para aplicar color. Ahora los tonos llegan a los electrodomésticos, para sumarse a los accesorios del hogar y aportar en la funcionalidad y estética.
Además de cumplir funciones específicas, los electrodomésticos se han convertido en una pieza de diseño como un detalle personal y único. Aunque las gamas de gris, blanco y negro son las preferidas para estos artefactos, los colores pastel y más encendidos ganan terreno en las viviendas que apuestan por estilos modernos y ligados a lo retro.
Para la diseñadora de interiores María Fernanda Jácome, la tendencia del color en electrodomésticos está consolidada en Europa, en países como Italia, Alemania y Bélgica. También en América, en Panamá, México y Argentina.
Los pequeños electrodomésticos tienen una variedad de colores entre rojo, naranja, verde y amarillo. Foto: Vicente Costales / EL COMERCIO
En Ecuador, los colores impuestos siguen la gama de grises, pero poco a poco se ha introducido el rojo en cocinas, refrigeradoras y pequeños electrodomésticos, como batidoras, cafeteras o procesadoras. Sin embargo, ya se pueden encontrar batidoras verdes, anaranjadas, celestes o rosas.
Según la diseñadora, hay cierto recelo al usar el color en la vivienda, pues muchas personas se apegan a los tonos neutros y estilos clásicos. Y más en los grandes electrodomésticos, como hornos, campanas y cocinas. Por eso es difícil conseguir más variaciones de color en el mercado local. Algunas marcas tienen líneas con una diversidad de tonos que se piden bajo pedido, según los gustos y necesidades de los habitantes. También hay marcas internacionales que venden en línea.
Los tonos como el amarillo van bien en fondos neutros para lograr ambientes más cálidos y acogedores. Foto: Smeg Electrodomésticos
En el país, los electrodomésticos pequeños en colores son los que ganan más espacio. Por ejemplo, en Sukasa indican que la tendencia es manejar electrodomésticos grandes en tonos acerados, ya sea totalmente en acero inoxidable o en combinaciones de vidrio negro y acero. Los colores vivos y pasteles, como el verde, el celeste, el fucsia, han tomado mayor fuerza desde el año pasado.
Según José Antonio Rivas, arquitecto especializado en interiores, una tendencia visible en las viviendas es el toque retro. Las paredes, el mobiliario o los revestimientos apuestan a diseños vintage y lo mismo sucede con los electrodomésticos.
Por esa razón hay marcas que se dedican a diseñar artefactos de cocina manteniendo los modelos y colores pasteles como el amarillo, el rosa, el celeste o el verde agua de los años 60, pero con tecnología actualizada para su funcionamiento.
Al ser piezas únicas y con diseño el costo puede ser mayor frente al de los electrodomésticos convencionales. Por ejemplo, una licuadora tradicional tiene un costo aproximado de USD 80, mientras que una con diseño retro a color puede llegar a los USD 150.
Los colores a juego entre uno o más electrodomésticos permiten armonizar el ambiente. Foto: Smeg Electrodomésticos
Pero hay otras alternativas para aplicar el color a los electrodomésticos, un ejemplo es el vinil. La diseñadora de interiores María Fernanda Jácome menciona que esa opción es más económica. También se puede optar por la pintura. Introducir el color en los electrodomésticos puede armonizar el ambiente y darle un toque único a la cocina.
Para eso hay algunos trucos, dice Jácome. Si son tonos vibrantes, como el rojo, el naranja o el verde, lucirán con fondos en blanco o beige. Estas combinaciones van bien con estilos modernos. La clave es jugar con los tonos y combinarlos adecuadamente, como cualquier otra pieza de color.
Por ejemplo, se puede combinar la cocina con la campana y la refrigeradora, o solo agregar color a través de artefactos pequeños, depende del estilo que se quiera lograr.